Escuchar al público abuchear –a veces, incluso, insultar– a los deportistas se ha convertido en algo habitual en el deporte, aunque que se frecuente no lo hace más legítimo. Eso mismo debió pensar el técnico de los San Antonio Spurs, Gregg Popovich, en la madrugada de este jueves, cuando dio una lección a su afición durante el partido ante Los Ángeles Clippers, que se marcharon del AT&T Center con la victoria (102-109).

El mítico entrenador de la NBA no dudó en agarrar el micrófono en mitad del partido, entre dos tiros libres de Kawhi Leonard –ex de los Spurs y actual jugador de los Clippers–, para dirigirse a la hinchada texana con un mensaje claro.

"Perdonadme un segundo. ¿Podemos parar de abuchear y dejar jugar a estos chicos? Tengan un poco de clase. Esto no es lo que somos. Ya está con los abucheos", dijo Popovich. Alto y claro, pero insuficiente para una afición que incrementó el nivel de los abucheos al rival.

El alero de los Clippers, que fue campeón de la NBA en 2014 con San Antonio, pidió salir de la franquicia en 2018 para recalar en los Raptors, con los que logró el anillo en 2019. Desde entonces, el californiano es considerado 'enemigo' por muchos aficionados de los Spurs.

Ante la franquicia de Texas, los Clippers sumaron su tercera victoria consecutiva en la NBA, impulsados por los 26 puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias de Leonard. Se lucieron también Paul George (24 puntos) y James Harden (16 puntos, seis rebotes y nueve asistencias), otro de los jugadores que más pitos recibió del público. Mientras, en los Spurs, colistas en el Oeste (3-12) con 10 derrotas consecutivas, el francés Victor Wembanyama aportó 22 puntos, 15 rebotes y tres asistencias.