Novak Djokovic se venga de Jannik Sinner y se proclama Maestro de Maestros

Novak Djokovic posa con el trofeo de campeón de las ATP Finals.
Novak Djokovic posa con el trofeo de campeón de las ATP Finals.
EFE
Novak Djokovic posa con el trofeo de campeón de las ATP Finals.

Novak Djokovic ofreció este domingo una clase magistral de tenis a Jannik Sinner y se coronó como el maestro de maestros en Turín (6-3/6-3). El 'profesor' Nole aleccionó al ídolo local para vengar la derrota de la fase de grupos y reventó el récord de Copas de Maestros de Roger Federer para convertirse en el más laureado con siete títulos.

Dicen que el partido perfecto no existe, pero si a alguno se parece es al firmado por Djokovic en la gran final del torneo que mide a los ocho mejores tenistas del curso.

El serbio estuvo muy cerca del 100% de efectividad (solo cometió cinco errores no forzados en todo el partido). Arrancó con el modo apisonadora activado y eso atemorizó desde la salida de vestuarios al italiano, quien debía volver a repetir la victoria de la 'round robin' ante su afición. Le temblaron las piernas y Djokovic no dudó en destrozar al joven ídolo local.

Impoluto al saque para pillar siempre descolocado a Sinner y preciso al resto para contestar a todas las bolas, Djokovic 'jugó' con su rival hasta encontrar el primer break del duelo tras el primer descanso (3-1).

El golpe terminó de noquear a un Sinner que parecía no haber salido del vestuario. No parecía capaz de reaccionar a las derechas infernales de Nole (capaz de imprimir más potencia que él en su golpe estrella), estaba lento y no veía ningún hueco en la pista ante un Djokovic mucho más activo de piernas que en su duelo previo en la fase de grupos. 

Apenas media hora tardó en despachar Djokovic la primera manga. Resaltaba el silencio en una pista repleta -13.000 espectadores y ni una sola calva en la grada- al ver el destrozo tenístico al que estaba sometido Sinner.

El arranque del segundo capítulo ni fue ni mucho menos reconfortante para el de San Cándido. Seguía fuera del juego y cedió su primer turno de saque en blanco. Fueron los primeros cuatro puntos de una racha de diez seguidos que llevó a Nole hasta el 2-0 y 0-30... Pero entonces llegó la reacción. El italiano se quitó el lastre mental y comenzó a soltar la mano. El efecto sería inmediato.

Nole empezaba a acusar el desgaste y el arreón de Sinner le cambió la mueca en el rostro. El peor momento del de Belgrado llegaría en su turno de saque para el 3-2, cuando tuvo que encadenar cinco primeros para salvar el break, y en el siguiente, cuando consiguió escapar de la trampa de Sinner para poner el 5-3 en el electrónico.

Nole quería zanjar muy rápido la final y se atropelló en su propia ambición, pero incluso su peor nivel de la final le dio para no ceder ante el italiano.

Sinner entregó el título al 'Djoker'con una doble falta, síntoma del erróneo planteamiento desplegado en toda la final. El rodillo serbio alcanzó la séptima corona, el séptimo trofeo de un torneo que Nadal nunca alzó y con el que adelanta a Roger Federe (poseedor de seis entorchados). 

Va a por todos los récords habidos y por haber, y además lo hace con un serio mensaje a sus grandes rivales. Ha terminado el año destrozando a los dos jugadores más prometedores de la próxima generación, sentando cátedra ante los alumnos más adelantados: Sinner y Alcaraz. No hay opción con Nole en pista, veremos si en 2024 puede con él el único que tiene la verdadera fórmula para frenar su juego, Rafa Nadal, si es que aún la conserva.

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Djokovic - Sinner, en directo: última hora de la final de la Copa de Maestros
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