En la madrugada del viernes al sábado, cuando en España muchos ya dormían, el deporte patrio volvió a hacer historia en una disciplina en la que el bagaje previo es nulo. Carlos Ruiz, un joven de 26 años natural de Madrid más conocido como Axiom se convirtió en el primer luchador nacido y criado en España en debutar en el roster principal de WWE, la empresa de lucha libre más grande del mundo.

Es cierto que Glenn Jacobs, más conocido como Kane, nació en España en 1967, pero lo hizo en un contexto muy concreto. Hijo de militares estadounidenses, nació en la base aérea de Torrejón de Ardoz y apenas pasó unos meses en Madrid hasta que regresó a su país siendo un bebé. De hecho, nunca ha demostrado en público saber hablar nuestro idioma. Además, la presentador y cantante Lilian García nació y vivió en territorio español hasta los ocho años, pero nunca luchó.

Por eso lo de Axiom es un hito sin precedentes que tuvo lugar en la edición de este viernes del programa SmackDown, la marca más potente de WWE a nivel de programación y espectáculo actualmente y el segundo show semanal con más historia de la compañía. Axiom venía siendo un habitual de la marca de desarrollo NXT (cada vez más cerca de ser la tercera marca junto a Raw) en los últimos meses, donde está terminando de pulir su talento, y su buen hacer dentro y fuera del cuadrilátero le han permitido recibir una oportunidad de oro.

Y no la desaprovechó, ni mucho menos, pese a perder con otro joven prospecto compañero suyo en NXT, Dragon Lee. Es cierto que el enmascarado mexicano contaba con más experiencia y más presencia, por poca que fuese, en shows principales de la compañía, pero lo importante fue que Axiom supo meterse en el bolsillo al siempre exigente público estadounidense con sus increíbles golpes, saltos y acrobacias.

El mayor premio en su debut fue la ovación que recibió tras realizar un 'moonsault' (salto mortal hacia atrás) perfecto en su ejecución, uno de sus movimientos clásicos desde sus inicios en el mundillo allá por 2012. Profesor de matemáticas de profesión, un rasgo que ha incorporado a su actual personaje, en 2019, recibió la primera llamada de WWE para formar parte de NXT UK, una rama de desarrollo centrada en talentos europeos, donde se alzó con la Heritage Cup cuando todavía no luchaba con máscara y se hacía llamar A-Kid (el chico anónimo).

Un comienzo inmejorable el de Axiom en SmackDown, ya que en la industria del wrestling a veces perder es ganar, que le augura un futuro esperanzador tanto para él como para la lucha libre en nuestro país. En España apenas existe tradición. Hay pocas promociones con muy bajo presupuesto, las televisiones no se interesan por esta programación desde hace años salvo honrosas excepciones, y la gente te mira por encima del hombro si declaras tu amor por el mal llamado 'pressing catch'. 

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Luchas falsas, lo llaman, sin llegar a comprender la magnitud y profundidad de un arte que combina estética, drama y cualidades atléticas de élite, por mucho que los resultados estén predeterminados. En cualquier serie o película, en el teatro incluso también lo están, pero nadie los cuestiona como formas de expresión artística ni ponen en tela de juicio sus contenidos. Es una disciplina que aúna lo mejor del deporte y lo mejor de la actuación.

Por suerte, Axiom parece haber llegado para quedarse en primera plana, y podría reavivar el amor y el cariño por WWE y la lucha libre en España justo cuando la empresa, propiedad de Endeavor y compañera de UFC, comienza a expandirse con grandes eventos por Europa. ¿Podremos vivir algún día, gracias a Axiom, un SummerSlam o incluso un WrestleMania? Como mínimo, desde luego, Carlos Ruiz nos permitirá al menos soñarlo.