La Federación de Fútbol de Australia ha anunciado este martes que no presentará candidatura para organizar el Mundial de fútbol de 2034, según un comunicado de la entidad; y así, la ya postulada candidatura de Arabia Saudí parece quedarse sin oponentes para pugnar por la organización de esa edición de la Copa del Mundo.

"Hemos explorado la oportunidad de presentar una candidatura para albergar el Mundial y, tras tener en cuenta todos los factores, hemos llegado a la conclusión de no hacerlo para la competición de 2034", informó la entidad en su página web, donde también desveló sus verdaderos planes tras haber sido anfitriona junto a Nueva Zelanda de la última Copa del Mundo femenina, que ganó España. 

"Estamos en una posición sólida para albergar la Copa Asia femenina de 2026 y el Mundial de Clubes de 2029" señaló la Federación Australiana, que tiene claro qué torneos quiere aspirar a organizar: "Lograr esto, tras el Mundial femenino en 2023 y los Juegos Olímpicos de Brisbane 2032, representaría una década verdaderamente dorada para el fútbol australiano".

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Australia defendió que, para la organización de torneos internacionales, sus zonas horarias "brindan importantes oportunidades para las operadores de derechos", porque están "al alcance de miles de millones de personas en Asia y Oceanía", para conseguir "una sólida perspectiva comercial para las competiciones".

"Football Australia mantiene su compromiso de contribuir positivamente al crecimiento y éxito del fútbol en todos los niveles. Deseamos a la FIFA y a los eventuales anfitriones de la Copa Mundial 2034 el mayor de los éxitos por el bien del deporte y de todos los que lo aman", concluyó el comunicado, confirmando que dejan vía libre a Arabia Saudí como anfitriona del Mundial de 2034.

Una noticia que viene a confirmar una obviedad. La FIFA decidió otorgar a España, Portugal y Marruecos el Mundial 2030, pero cedió algunos partidos a Uruguay, Argentina y Paraguay con motivo del centenario de la competición. Por tanto, sólo Asia u Oceanía quedaban disponibles como continentes para albergar la siguiente Copa del Mundo, la de 2034.

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Un movimiento de la FIFA orientado a contentar tanto la candidatura íbero-marroquí como la sudamericana, pero con el auténtico objetivo de allanar el camino para un nuevo país árabe tras la experiencia en Qatar 2022, muy lucrativa y positiva para organizadores y anfitriones. Por eso mismo, Arabia Saudí apenas tardó unos días (4 de octubre) en confirmar que se postulaba para ser sede de la cita mundialista.

El ministro saudí de Deportes, el príncipe Abdulaziz bin Turki Al Faisal, declaró entonces que organizar este torneo "ayudaría" al reino a alcanzar su "sueño" de convertirse "en una nación líder en el deporte mundial", con un "hito importante en la transformación del país": "Como país emergente y acogedor para todos los deportes, albergar una Copa del Mundo es el siguiente paso natural en nuestro viaje futbolístico".

La renuncia de Australia, que hace que el Mundial de 2034 se acerque a Arabia Saudí, llegó horas antes de que el periodo abierto por la FIFA para presentar candidaturas se cierre. Si el país de Oriente Próximo acoge finalmente el torneo que se celebrará dentro de 11 años, será el segundo Mundial que se celebre en Asia desde el 2022 -será el segundo en cuatro ediciones-.