La remontada del Real Madrid en los últimos minutos del Clásico con los dos tantos del héroe Jude Bellingham cayó como un jarro de agua fría en el vestuario del FC Barcelona. Sin embargo, pocos jugadores hicieron autocrítica sobre lo ocurrido. Quien sí fue duro es Ilkay Gündogan, que vivía su primer enfrentamiento oficial con el club blanco como culé.

El alemán habló después del partido con una televisión internacional y fue tajante, a pesar de que quería mantener la calma para no "decir algo equivocado" que pudiera afectarle a él y sus compañeros.

El guiño de Haaland a su amigo Bellingham tras el Clásico: "No es real"

"Vengo del vestuario y obviamente la gente esta decepcionada después de un partido tan grande, tan importante y de un resultado tan impensable", afirmó el exjugador del Manchester City.

El alemán, además, fue muy crítico con la actitud de sus compañeros tras la derrota. "Me gustaría ver más enfado, más decepción". "Tienen que expresar más emociones cuando pierdes y cuando sabes que puedes jugar mejor", aseguró el centrocampista, además de opinar que "hay que hacerlo mejor en ciertas situaciones y no reaccionamos".

LaLiga detecta insultos racistas en el Clásico y ya prepara la denuncia

Gündogan cree que esa decepción "luego se traslada en el campo. Tienes que dar un paso adelante en este aspecto porque si no el Real Madrid y el Girona incluso se van a escapar".

"No vine aquí para perder este tipo de partidos o permitir que se abran estas brechas", añadió, pero también asumió su culpa: "Yo también tengo responsabilidad como jugador veterano en no permitir que el equipo le pasen estas cosas. Necesitamos aguantar más".