La madre de Jamea Jonae Harris, una joven asesinada cerca de la Universidad de Alabama, ha demandado ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte -División Oeste de Alabama- a tres jugadores de baloncesto de la universidad en ese momento, entre ellos el exnúmero dos del draft, Brandon Miller, ahora jugador de los Hornets de la NBA.
Los hechos que colocan a Miller en el centro de la investigación son los relacionados con la muerte de Jamea, de 23 años, a causa de un disparo el pasado 15 de enero. Los ejecutores de crimen habrían sido los dos hombres también demandados, Michael Lynn Davis (quien presuntamente disparó el arma) y Darius Miles (quien habría proporcionado la pistola), pero el arma del homicidio estuvo oculta en el coche del jugador de los Hornetts, que también habría sido visto en el lugar de los hechos.
El jugador no se enfrenta a cargos penales como los que sí se le imputan a Davis y Miles, aunque ha sido llamado a declarar en el juicio con jurado exigido por los familiares de la víctima por los indicios que apuntan a su colaboración.
Por su parte, el abogado del jugador de la NBA afirmó recientemente que Miller nunca tocó el arma, colocada bajo una prenda de ropa en la parte trasera de su coche, dando a entender que no era consciente de portarla en su vehículo. Estas declaraciones apuntan a la línea que se espera siga el jugador en su más que probable declaración oral.
"No se va de mi cabeza el hecho de que una familia perdió a uno de sus seres queridos esa noche", dijo Miller al respecto cuando el caso hizo público hace unos meses. "Toda esta situación es realmente desgarradora. Con todo el respeto, esto es todo lo que voy a poder decir al respecto", sentenció entonces.
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