El juez encargado del 'caso Negreira', Joaquín Aguirre, cree que existió un grupo de árbitros corruptos que obedeció a órdenes de Jose María Enríquez Negreira. Así lo afirma el magistrado en un auto reciente en el que también asevera que los pagos del FC Barcelona al exvicepresidente de los árbitros tuvo efectos sobre el arbitraje.
"No significa que todos y cada uno de los árbitros fueran corruptos, pero sí un grupo de ellos", escribe Aguirre en el auto con la hipótesis extraída de las investigaciones realizadas hasta el momento.
En el mismo texto, el magistrado afirma que "los pagos [a Negreira] produjeron los efectos arbitrales deseados por el FC Barcelona", para influir en el devenir de los partidos a través de las designaciones. "Dichos actos solo podían referirse a designaciones arbitrales tendenciosas o bien a admoniciones realizadas a los árbitros normalmente designados", anota en otra parte del texto referente a esta 'influencia'.
La reacción del CTA
Estos posicionamientos del juez que reafirman su opinión sobre la existencia de una "corrupción sistémica" en el CTA podrían encontrar una rápida respuesta por parte de la institución arbitral, pues tal y como afirma 'Cadena Ser', desde el propio CTA se considera la posibilidad de tomar medidas legales contra el magistrado.
En cualquier caso, si el Gabinete Jurídico de la RFEF declinara esta opción solicitada por los colegiados, no se descarta la toma de acciones legales de manera individual.
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