La historia entre Sergio Ramos y la selección española parecía haber llegado a su fin hace unos meses. Un inesperado final —precipitado por una llamada de Luis de la Fuente— que ahora podría convertirse en un punto y seguido.

Ese 23 de febrero, el capitán de la Roja en el último lustro comunicó que había llegado "la hora de decir adiós" tras hablar con el seleccionador, que le comunicó "que no cuenta y que no va a contar conmigo, independientemente del nivel que pueda mostrar o de cómo continúe mi carrera deportiva".

Por eso, "con mucho pesar, es el final de un recorrido que esperaba que fuera más largo y que terminara con un mejor sabor de boca, a la altura de todos los éxitos que hemos logrado con nuestra Roja", añadió el camero, para dejar claro que era más una despedida forzosa que una decisión personal.

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Todo ese mal trago podría ahora quedar definitivamente en el pasado, pues el deseo de Ramos sigue siendo el de vestir la camiseta de la selección y ha sido Jesús Navas, su gran amigo y compañero en el Sevilla, el que le ha reabierto las puertas del combinado nacional. 

"Él siempre tiene la ilusión de poder estar aquí porque para él la selección es algo muy grande", aseguró el lateral, que celebró en la Roja el Mundial y la Eurocopa 2012 junto al exjugador del Real Madrid, en la previa del duelo de clasificación para la Eurocopa de 2024 entre España y Escocia.

Sergio Ramos no entró en la última convocatoria de Luis de la Fuente, que ha optado por llamar a Aymeric Laporte, David García, Pau Torres y Le Normand para el centro de la defensa. Las palabras de Navas, sin embargo, parecen volver a poner en la palestra de seleccionables al camero. Ahora, la pelota está en el tejado del seleccionador.