Ya ha pasado un año desde que Roger Federer dijo adiós a las pistas y sus seguidores continúan mostrándole todo su cariño. Él, para agradecérselo, ha querido tener un detalle con 280 miembros de su club de fans, que han sido los afortunados de subirse a un crucero y viajar junto al extenista por el lago de Lucerna, en Suiza.

Todo surgió cuando Roger decidió retirarse y en el club de fans preguntaron si podrían invitarlo a un evento. "Recibimos la respuesta: sí, pero no fue el club de fans el que invitó, sino el propio Federer", ha afirmado Töpfer, responsable del grupo.

Desde el club anunciaron en abril a los fans que ese encuentro tendría lugar a principios de septiembre, con el objetivo que todos ellos se reservasen ese fin de semana libre para no perdérselo.

Sin embargo, no sabían que esa reunión con Federer sería en un crucero. "Hasta que llegamos al embarcadero de Lucerna no supimos que habría un viaje en barco", ha explicado Doris Kording, alemana presente en ese encuentro con el extenista.

Federer no se unió al crucero hasta que llegaron a la primera parada. En Meggenhorn, el deportista y sus padres, Lynette y Robert, aparecieron para sorprender a los 280 fans.

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Durante el crucero, Federer se hizo fotos con todos los asistentes a través de un fotógrafo profesional, puesto que la norma principal es que no podía haber teléfonos móviles. Y, tras cuatro horas a bordo, el extenista abandonó, pero dejó a sus fans con un gran buffet de pasta.