Las nubes negras vuelven a aparecer sobre el Parque de Los Príncipes, 'vuelve el lío' a la capital francesa y todas las miradas se centran sobre tres nombres: Luis Enrique, Al Khelaifi y Kylian Mbappé. Los resultados del nuevo proyecto están tardando más de la cuenta en llegar, la confianza empieza a desvanecerse alrededor de la figura del asturiano, y los dos principales actores del PSG han empezado a perder la paciencia.

La derrota liguera de este viernes ante el Niza ha hecho saltar las alarmas en la capital francesa. Los dos goles de un Mbappé que terminó desesperado no sirvieron de nada, y el equipo llamado a dominar la liga francesa sigue tercero con ocho puntos de quince posibles. Las cosas no van ni mucho menos como se esperaba a estas alturas, y los esfuerzos del verano parecen en vano tras un arranque decepcionante.

"Estoy más satisfecho con la derrota ante el Niza que respecto a la victoria frente al Lyon", declaró el técnico asturiano para calmar las aguas antes de la llegada de la Champions, pero más allá de sus palabras, la afición se quedó con dos imágenes que no se pudieron apreciar en pleno partido, pero que ya son la comidilla de las redes sociales. 

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La primera fue la del abandono, visiblemente cabreado, de Al Khelaifi del palco de autoridades cuando aún quedaban diez minutos de partido. Y la segunda, la del semblante de preocupación y desesperación de Kylian Mbappé, estrella llamada a liderar al conjunto francés a lo más alto después de un verano de negociaciones muy complicadas.

La tensión está a flor de piel entre los dos hombres que más mandan en el futuro del equipo, y la semana que viene llega la Champions. A los de Luis Enrique les ha tocado el grupo de la muerte, que empieza para ellos este martes contra el Borussia Dortmund. 'La Orejona' es el gran objetivo, y un paso en falso en la fase de grupos es el detonante perfecto para otra de las habituales tormentas en las oficinas del conjunto parisino.