Jude Bellingham es uno de esos pocos y excepcionales jugadores que, gracias a su talento y carisma, logra caer de pie en el Santiago Bernabéu. Lo hizo, además, por la puerta grande. Debut en su nuevo hogar, frente a su nueva familia, con remontada incluida y culminada por él mismo con un gol al Getafe en el 94'. Estreno soñado, de película, para el fichaje del verano, que en su primer día ya pudo saborear lo que se siente durante una remontada en el feudo blanco.

No fue el gol más bonito de su carrera, aunque sí muy revelador, porque fue el único que corrió al rechace junto a Joselu sin ser delantero; y sobre todo muy importante para el pleno de 12 puntos en 4 partidos del Real Madrid. Y como tal lo celebró el Bernabéu, ávido de poder disfrutar tres jornadas después a su gran incorporación y de demostrarle al chaval que ya están rendidos a sus pies, que ya es uno de los suyos.

Ambiente ensordecedor en las gradas del nuevo estadio, casi acabado, como describió el propio Jude tras el encuentro. El mejor jugador de LaLiga de agosto, pichichi también de Primera División, simplemente estaba alucinando: "El instante del gol fue el más ruidoso que he escuchado en un campo de fútbol".

Sin embargo, la cosa no quedó ahí, porque cuando el nuevo '5' madridista abrió los brazos de par en par para plasmar su icónica celebración por primera vez ante su gente, el Bernabéu le correspondió cantando de forma atronadora el 'Hey, Jude!' de The Beatles: "No me lo puedo creer. Cuando cantaban 'Hey Jude' al final quería parar y escucharles. Tenía escalofríos, me temblaban las piernas. Sé que me ficharon para momentos así. Sé que puedo hacerlo. Tengo que seguir".

Ese es el tipo de actitud y de compromiso que siempre demanda la grada merengue, a menudo incomprendida en su exigencias, de sus jugadores. Jude lo ha entendido a la perfección, quiere corresponder el cariño del madridismo, y sabe que cuenta con las cualidades para hacerlo. Ha nacido una historia de amor que apunta a extenderse muchos años, siempre entonando:  "Naaaa, na, na, nanananáaaaaaaa, nanananáaaaaaa... ¡Hey, Jude!".