El Real Madrid se impone a la intensidad del Getafe y bautiza a Bellingham en las remontadas del Bernabéu

  • El centrocampista  fue el más listo de la clase y empujó a las redes en el 94' el único balón suelto que dejó escapar David Soria, toda la tarde inconmensurable. 
Bellingham da el gol de la victoria al Real Madrid.
Bellingham da el gol de la victoria al Real Madrid.
Denis Doyle
Bellingham da el gol de la victoria al Real Madrid.

El Real Madrid regresaba al Santiago Bernabéu después de casi cuatro meses alejado de su hogar, y lo que se encontró estaba muy cerca de ser el mejor estadio del mundo para muchos años. Con las obras casi acabadas y con el mal sabor de boca de haber cerrado el mercado de fichajes sin ningún refuerzo de última hora, el respetable merengue decidió pasar página y volver a disfrutar de LaLiga, y pudo también sufrir y disfrutar una remontada marca de la casa.

Lo cierto es que el marcador, 2-1, es engañoso. El Getafe hizo su partido, con un planteamiento clásico de José Bordalás, fundamentalmente potenciado por el tempranero gol de los azulones. Un error de Fran García que Alaba no pudo corregir resultó en una maravilla de Borja Mayoral, que esquivó en el regate a Kepa y definió fuera del alcance de hasta tres defensores. Lo celebró, pues hace años que abandonó el Real Madrid y su cantera, pero el público se lo recriminó.

No tanto como el juego duro, agresivo y limítrofe con la violencia del Getafe. Djené secó a Bellingham con un marcaje individual formidable, pero el resto de jugadores del conjunto madrileño bailó con el reglamento sobre el filo de la navaja. Puro fútbol, que dirían muchos, basado en agarrones, interrupciones, pérdidas de tiempo y confrontación directa con sus rivales.

Eso sucedió fundamentalmente en la segunda mitad, porque pese a sus intentos le fue imposible al Real Madrid reaccionar en la primera. Estaban negados y desganados. Por eso, ya en el descanso, Carlo Ancelotti metió los cambios de Toni Kroos y Nacho por Camavinga, tocado, y Fran García. Y el Madrid comenzó a danzar al ritmo que marcó el alemán.

Así, a los pocos minutos, Joselu cazó el primero de los rebotes que darían la victoria a los blancos. Jugada extraña, además, porque hay fuera de juego simultáneo del delantero con un penalti por mano evidente de Djené antes del remate definitivo, pero el colegiado consultó al VAR y decidió conceder el gol.

Antes de todo eso, en un lapso de apenas cuatro minutos, Kroos estrelló el primer balón del Madrid al palo del partido, aunque no sería el último. Con el alemán a los mandos, los blancos siguieron acumulando ocasiones de todos los colores y de todos los sabores. Se intuía goleada a la remontada, pero las ocasiones seguían cayendo y los minutos pasando, y nada cambiaba. Y todo por culpa de David Soria, el crack de la tarde a pesar de la derrota.

El Getafe tuvo alguna ocasión a la contra, además, que permitió a Kepa lucirse para corregir el error del gol, y que le habría servido para no hundirse en su propio área. Soria mantuvo con vida a los visitantes con un recital de paradas que bien podría entrar en su top personal, y lo poco que no pudo detener ya se encargó la madera de rechazarlo, como a Kroos, a Carvajal en un centro chut, e incluso a Rodrygo con otro larguero después del 2-1, que bien pudo ser un 5-1.

Justo unos instantes antes de ese último travesaño apareció él, Jude Bellingham. Está tocado por la varita, es uno de esos elegidos que nació para la grandeza. Nunca había pisado el Bernabéu, cuyas remontadas históricas más recientes vivió por televisión, pero parecía conocer lo que buscaba y necesitaba su estadio en una situación así. No era Champions, está claro, pero estrenarse en el Santiago Bernabéu con el gol de la victoria en el 94' son palabras mayores, y más cuando es tu bautismo de fuego en el noble arte de la remontada. Ahora sí, y más que nunca, Bellingham puede sentirse como en casa.

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Real Madrid - Getafe, en directo: resultado, goles y última hora de LaLiga
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