Carlos Sainz hizo soñar a España este domingo durante 12 vueltas en Monza con una nueva victoria española en Fórmula 1, pero la cruda realidad se impuso en el Gran Premio de Italia. Max Verstappen logró su décima victoria consecutiva, ahora sí récord absoluto sin empates con Sebastian Vettel, y acaricia ya el título de campeón por tercer año seguido cuando aún queda un tercio del Mundial. 

Salía en la pole el piloto madrileño y realizó una salida tremenda, defendiendo bien su posición ante un Verstappen muy incisivo. Por detrás, Charles Leclerc también le intentaba incomodar y meterle el coche, pero sin éxito. Así estuvieron esas 12 vueltas, hasta que Carlos bloqueó en la curva 1 sin querer y la mala tracción al salir de la curva le hizo perder la posición.

A partir de ahí, Verstappen desapareció, porque su ritmo era inalcanzable. Los Ferrari degradaban mucho más, tanto que después de la primera y única parada de la carrera también cedieron el segundo puesto al Red Bull de 'Checo' Pérez, que había sufrido para pasar a George Russell. Más aún sufrió, eso sí, para dar cuenta de Sainz, que fue elegido piloto del día por sus heroicas y férreas defensas a Verstappen, Pérez... y Leclerc.

Cuando pasó el mexicano, los dos compañeros en Ferrari estuvieron a punto de tirar al traste un podio muy especial en territorio de la Scuderia. Contrario a lo que suele hacer este año (cuando Leclerc va delante), el equipo permitió a Leclerc atacar sin cuartel a su compañero, hasta el punto de que tuvo que ser el propio Sainz el que avisase al equipo por radio: "Chicos, vamos a llevar estos puntos a casa". Por suerte, poco después avisaron a Leclerc, que aún así no aflojó.

Entendible hasta cierto punto por lo especial que es Monza para Ferrari. Cualquiera querría estar en el podio, y al final se hizo justicia y fue Sainz quién lo logró. El primero de la temporada, por cierto. Un podio al que acostumbra también Fernando Alonso, desaparecido en combate de inicio a fin, con un AMR23 que no funcionó para nada en Italia y sólo le permitió ser noveno.

Una lástima porque Alex Albon con su Williams estuvo haciendo tapón, y porque Lewis Hamilton, que salía delante del asturiano, sí consiguió pasar al tailandés y crearse el colchón suficiente para gestionar la sanción de cinco segundos que percibió por tocar a Oscar Piastri, inmerso junto a Lando Norris en ese tapón detrás de Albon. Aun así, era evidente la falta de ritmo de Aston Martin en Monza, porque Lance Stroll salía último y fue decimosexto.

Carrera, aunque esté feo decirlo, aburrida por todo lo demás, que además empezó tarde por un problema en el coche de Yuki Tsunoda en la vuelta de formación. Russell y Pérez se tocaron, también los McLaren entre sí antes del toque entre Piastri y Hamilton... pero ni siquiera salió el coche de seguridad. En el 'Templo de la Velocidad" hubo mucha velocidad, hubo momentos emocionantes, pero poca acción por lo general, y todavía menos adelantamientos. Próximo destino, Singapur, donde sí podríamos ver alguna sorpresa española.