
Aston Martin está decidida a cerrar la brecha con Red Bull en Australia. Consciente de que su mayor debilidad es la gran fortaleza de la escudería austriaca, el equipo británico prepara una mejora que acerque a Fernando Alonso, su gran apuesta, a la victoria en Albert Park y al principal candidato al título esta temporada.
En Arabia Saudí quedó claro que el AMR23 es el segundo coche más rápido de la parrilla, pero también que para el asturiano era prácticamente imposible reducir la distancia con Max Verstappen, que partía decimoquinto y le superó en carrera, y Checo Pérez.
Buena parte de culpa de la gran ventaja de Red Bull en este arranque de temporada es su DRS, el más potente de la parte alta de la tabla con una eficacia del 31,5%, según los datos de la cuenta de Twitter F1DataAnalysis tras la carrera en Jeddah, lo que se traduce en más velocidad punta para el RB-19.
Por contra, el monoplaza de Aston Martin es el que menos rendimiento consigue de su DRS entre los cuatro equipos principales, con sólo un 20,7%, muy por detrás de los austriacos y también del 28,3% de Ferrari y del 23,8% de Mercedes.
Esos 10 puntos de diferencia sobre el papel se traducen en una diferencia de velocidad de entre 8 y 12 kilómetros por hora en recta, según el periodista Pedro Fermín, que ha asegurado que la escudería británica está trabajando en una mejora de su DRS que le permita dar un gran salto y acercarse a los austriacos.
💥 ¡ATENCIÓN! 💥 @PedroFerminF1 acaba de CONFIRMAR que ASTON MARTIN MEJORARÁ el DRS de cara a Australia.
— Fórmula Directa (@FormulaDirecta) March 27, 2023
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El Drag Reduction System (DRS) o sistema de reducción de agarre funciona reduciendo la resistencia aerodinámica del coche -por lo que consigue un aumento notable de la velocidad- y ayuda a eliminar el llamado aire sucio. En Australia es muy importante, pues la FIA ha aprobado una cuarta zona, lo que podría convertir Albert Park en el circuito más rápido del calendario.
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