El Bayern asalta el Parque de los Príncipes con otro gol de su 'bestia negra' Coman

PSG-Bayern
Upamecano y Neymar disputan un balón en los octavos de final de Champions.
EFE
PSG-Bayern

El Bayern de Múnich golpeó primero en uno de los partidos estrella de los octavos de final de esta edición de la Champions League para ponerse en ventaja en la eliminatoria. El campeón alemán batió 0-1 al Paris Saint-Germain, que pareció notar en exceso la inicial ausencia de Kylian Mbappé, otra vez con gol de la 'bestia negra' del conjunto francés, Kingsley Coman.

Como sucediera en la final de la Liga de Campeones de la pandemia, tuvo que ser el francés y canterano del campeón de la Ligue 1 el que volviese a impartir justicia con un gol que premió el mejor partido, en líneas generales, de los de Julian Nagelsmann, superiores en el choque y con las mejores ocasiones, salvo en el tramo final, cuando los parisinos apretaron con la salida de su '7' al campo.

La primera parte en el Parque de los Príncipes, con sus mejores galas para el retorno del sueño por la 'Orejona', no tuvo tanto brillo como se esperaba. El conjunto francés echó de menos algo más de Leo Messi y Neymar Jr, y sobre todo, la presencia sobre el verde de quien ya parece haberse erigido como su líder indiscutible, Kylian Mbappé, que vio la primera hora del duelo desde el banquillo recién recuperado de su lesión. La gran noticia del PSG fue el jovencísimo Zaire-Emery, el futbolista más joven en salir de inicio a una fase eliminatoria en la Copa de Europa con 16 años y 343 días.

Pero ni siquiera el hambre de su canterano pudo con la apuesta del Bayern, que alineó a tres centrales con el objetivo de asfixiar al brasileño y, sobre todo, al argentino. Y acertó. El campeón del mundo estuvo casi siempre rodeado de muchos rivales y apenas pudo conectar con el '10', su mejor aliado, y el equipo francés terminó cediendo el dominio al hexacampeón de Europa, que no rehuyó el favor, pese al riesgo de dejar espacios atrás, aunque acusó el gris partido de sus talentos Musiala y Sané.

El conjunto parisino no se pudo asomar con demasiado peligro al área de Sommer, pero, con un buen Sergio Ramos, tampoco pasó excesivos apuros salvo en el tramo final hasta el descanso cuando su rival le metió una marcha más. Pese a ello, Donnarumma sólo tuvo que estar atento a un potente disparo ajustado al palo de Kimmich al borde del descanso, mientras que Messi desaprovechó una buena falta cerca del área.

Galtier quiso retocar a su equipo y pasó a defensa de tres para la segunda mitad, pero no dio resultado, pues sus jugadores siguieron sin conseguir inquietar demasiado a su rival pese a una peligrosa internada de Zaire-Emery. Entonces, el Bayern golpeó primero. Un caramelo de Davies al punto de penalti terminó con el remate de Coman, que se disculpó con la que había sido su afición por no perdonar a su exequipo. El gol dejó señalado a Donnarumma, que no estuvo muy acertado para intentar evitar el 0-1.

Quiso ponerse serio el PSG dando entrada a Mbappé, que entró sólo unos minutos después para intentar rescatar al equipo de su corazón, 'tocado' y por momentos a merced del conjunto bávaro. El Bayern pudo salir de París con la eliminatoria sentenciada, pero no acertó en sus oportunidades: dos ocasiones claras de Choupo-Mouting que se encontraron con la redención del guardameta italiano y con el palo, y un cabezazo de Pavard rechazado por el cancerbero de la Azzurra.

Los parisinos, acuciados por el tiempo, aceleraron en el tramo final liderados  por su '7', que puso en problemas a la hasta entonces sólida zaga visitante. El delantero tuvo una buena para empatar, pero no superó a Sommer, y el rechace posterior de Neymar se topó con un defensa.

El Bayern intentó aprovechar algún contragolpe por los espacios que dejaba el campeón de Francia, lanzado en los minutos finales por las cabalgadas de Nuno Mendes. Una de ellas acabó en gol de Mbappé, anulado por un fuera de juego milimétrico de su lateral izquierdo. El portugués también se 'disfrazó' de Jordi Alba para asistir a Messi, que ya saboreaba el gol cuando se cruzó una pierna salvadora de Pavard, expulsado por doble amarilla por una dura entrada sobre el argentino. 

A pesar de la derrota, el PSG no se marchó de su estadio con la sensación de haber dejado ir una nueva oportunidad en Champions, si no con la de haber mejorado mucho en el tramo final del encuentro y de seguir muy vivos para la vuelta en Munich, donde el Nagelsmann no podrá contar con su lateral derecho.

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