La última carta de la defensa de Alves para lograr su libertad provisional: la "distorsión narrativa" de la noche de la presunta agresión

Dani Alves, en su última etapa como jugador del Barça.
Dani Alves, en su última etapa como jugador del Barça.
Agencia EFE
Dani Alves, en su última etapa como jugador del Barça.

El 'caso Alves' afronta una semana decisiva, pues la jueza podría decidir en los próximos días si le concede o no al jugador la libertad provisional solicitada por sus abogados y a la que se oponen tanto la Fiscalía como la acusación particular. 

Mientras que las últimas pruebas parecen jugar en contra del brasileño, Cristobal Martell, el abogado contratado por Alves poco después de su entrada en prisión, ha preparado un último argumento para tratar de lograr la libertad de su defendido: la "distorsión narrativa". 

No tiene nada sencillo conseguir la libertad el futbolista. Al evidente riesgo de fuga por su capacidad económica y la ausencia de tratado de extradición entre Brasil y España hay que unir las pruebas que está recopilando la acusación. 

El jugador admitió en su última declaración que la joven le había practicado una felación consentida.

Tras cambiar varias veces la versión de los hechos, algo que jugará en contra de Dani Alves, en los últimos días se han acumulado los argumentos en contra del futbolista. Tanto las cámaras del local, como las grabaciones de los Mossos D'Escuadra de aquella noche confirman la versión de la víctima, lo mismo que las huellas y el ADN extraídos del baño de la discoteca barcelonesa Sutton, que confirmaron que el perfil genético del semen encontrado dentro de la víctima, además de en su ropa y en el piso del baño del salón VIP, pertenecen al brasileño. 

Además, los testimonios de la víctima, sus acompañantes (una prima y una amiga) y otros testigos también concuerdan con el relato de la denunciante. 

La defensa trabaja en tratar de conseguir la libertad provisional del futbolista y lo hace con un argumento: la "distorsión narrativa", según informa el diario La Razón, basada en que existen dos minutos de diferencia entre la entrada al baño del futbolista y el de la denunciante. 

Con ello, los abogados del futbolista esgrimen que la joven no fue obligada ni llevada a la fuerza al baño, donde ya se encontraba Dani Alves, sino que entró por decisión propia.  

De esta manera, la defensa trata de probar que la relación sexual fue consentida y que los vídeos no pueden demostrar lo contrario

Mostrar comentarios

Códigos Descuento