Marc Márquez confía en su físico, pero no en su moto tras los primeros test de MotoGP: "No estamos para pelear con los cinco mejores"

Marc Márquez en los test de Sepang.
Marc Márquez en los test de Sepang.
EFE
Marc Márquez en los test de Sepang.

Los test de Sepang de cara a la temporada de MotoGP, para cuyo comienzo queda algo más de un mes –lo hará el 26 de marzo– han dejado un sabor agridulce en Marc Márquez, que ha tenido buenas sensaciones físicas tras varios años de calvario con las lesiones, pero al que la moto no le está respondiendo como esperaba: "No estamos en condiciones de pelear con los cinco primeros", fue la rotunda frase que dejó el piloto catalán el sábado tras los segundos test. Una opinión que no ha cambiado después de la tercera sesión, que se celebró ayer y en la que la Honda no rindió al nivel que Márquez exige.

Los tres días, pasados por agua la mayoría de ellos, de los entrenamientos en Malasia han dictaminado que Ducati sigue dominando en la categoría reina, que Honda tiene mucho trabajo por delante y que lo mejor para la marca japonesa es el buen estado físico de Marc Márquez.

Dos pequeños chubascos, al inicio y al final de la última sesión de este domingo, impidieron que los tiempos fueran especialmente brillantes y solo dos pilotos, los italianos Luca Marini y el vigente campeón Pecco Bagnaia, ambos de Ducati, consiguieron bajar de 1:58 por vuelta.

Los españoles de Aprilia, Aleix Espargaró y Maverick Viñales, salieron a pista con paquetes aerodinámicos nuevos y obtuvieron mejoras en sus tiempos. De hecho, Viñales firmó un prometedor crono de 1.58.036, no muy lejos de las Ducati.

En Honda saben que tienen mucho trabajo por delante, con Márquez a 0,777 segundos de Marini. Alberto Puig, director del equipo Repsol Honda, admitió que no están donde quieren estar, pero quiso ver el lado positivo de la prueba: «El buen estado físico de Márquez».

"Hemos hecho todo lo que necesitábamos y las sensaciones han mejorado, pero aún tenemos que dar un paso adelante", explicó el piloto de Cervera, que no está nada satisfecho por el momento con la Honda tras tres días lejos de Ducati y Aprilia.

Y en espera de que su moto mejore, Márquez se mostró muy contento por su estado físico: "Físicamente estoy muy bien, cosa que me hizo pilotar con la mejor actitud. Ahora puedo decidir cuándo ir deprisa y cuándo lento, algo que el año pasado era imposible", afirmó. Un motivo para confiar en que pueda volver a luchar por el Mundial, aunque para ello necesitará una buena moto.

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