Fernando Alonso ultima durante estas semanas la puesta a punto de cara a la temporada 2023, y este martes ha alimentado las expectativas de sus seguidores en Jerez, en una sesión en la que ha compartido trazado con su gran rival Lewis Hamilton, piloto principal de Mercedes. 

El asturiano tiene muchas ganas de empezar a rodar, tal y como ha demostrado en la sesión de prueba de neumáticos de Pirelli de este martes, en la que ha vuelto a acumular kilómetros a bordo del monoplaza de su nueva escudería, Aston Martin. Eso sí, de nuevo ha pilotado el AMR22, coche con el que compitieron Vettel y Stroll la pasada campaña, el mismo que ya probó en Abu Dabi en noviembre de 2022.

El Ferrari de Carlos Sainz para esta temporada 2023 ya tiene nombre

En cualquier caso, la toma de contacto no ha sido en vano para Alonso, un piloto que aprovecha cada segundo al volante, pues sus sensaciones sobre el asfalto le servirán para llegar en plena forma a la adaptación al coche con el que competirá este curso, y que será presentado el próximo lunes. 

Hay muchas esperanzas puestas en el AMR23, cuyo potencial será probado por el dos veces campeón del mundo un día después de la presentación en el circuito de Silverstone. De la máquina que han preparado los ingenieros -que aún ultiman el montaje de cara a la presentación- dependen gran parte de las posibilidades del piloto de cosechar grandes resultados.

De 'El Plan' a 'La Misión'

En Alpine Alonso tenía un 'plan', a Aston Martin ha llegado con una 'misión', la de celebrar su victoria número 33 en el Mundial. Un objetivo algo menos ambicioso que el de pelear con Red Bull y Ferrari el título, todavía muy alejado de las posibilidades de su nuevo equipo.

El ovetense ha trabajado muy duro junto a su equipo de ingenieros para lograrlo, y los primeros resultados 100% fiables serán los que obtenga entre el 23 y el 25 de febrero, jornadas en las que exprimirá los test de Baréin, donde dará comienzo la temporada y 'La misión'.