La prohibición de un árbitro a que un niño jugara un partido de cadetes (14-15 años) con un patka —un turbante que llevan las personas que profesan la religión del sijismo— provocó que el resto de sus compañeros abandonaran el campo y el partido tuviera que ser suspendido. 

Los hechos sucedieron el pasado 21 de enero, según informa el diario Deia, en el campo del Padura, en Arrigorriaga (Vizcaya), cuando el joven Gurpreet se dispuso a entrar en el terreno de juego tras el descanso. Fue entonces cuando el colegiado, viendo que llevaba el turbante en la cabeza, decidió indicarle que se lo quitara o que, si no, no podría jugar. 

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El trencilla consideró que el jugador llevaba una especie de sombrero y esgrimió que eso estaba prohibido por el reglamento, por lo que tenía que quitárselo. Ante la negativa de Gurpreet, sus compañeros se solidarizaron con él y decidieron abandonar el terreno de juego, por lo que el partido ya no se reanudó. 

El presidente del Arratia, asas, mostró su sorpresa y malestar debido a la decisión del árbitro, argumentando que el joven futbolista lleva mucho tiempo llevando el patka sin que haya habido hasta ahora ningún problema. "Lleva cuatro años jugando con él y nadie le ha dicho nunca nada. Hay chicas musulmanas que juegan con velo y no pasa nada. No lo entiendo", aseguró en declaraciones recogidas por el diario Deia. 

La Federación Vizcaina de Fútbol ha sancionado el club con 300 euros de multa y la perdida de 3 puntos por haber abandonado el partido, una decisión que aviva un poco más la polémica.