El FC Barcelona se llevó un susto este miércoles en la Copa del Rey ante el Intercity, que le puso en muchos problemas llevando el partido a la prórroga. Tuvo que ser Ansu Fati el que rescatase una agónica victoria para el conjunto blaugrana. Aún así, para su técnico, Xavi Hernández, el Barça no firmó un mal partido, aunque reconoció que "hay que mejorar", y pidió respeto después de que le preguntasen si su equipo había estado cerca del "ridículo", algo que él rechazó.

"No", respondió tajantemente sobre si habían "rozado el ridículo", y opinó, visiblemente molesto, que no había sido una "pregunta futbolera". "Hay que respetar a todos", exigió después de lanzar una cuestión al aire: "¿Entonces todos los primeras que han eliminado han estado cerca de hacer el ridículo?".

El catalán apuntó que el gran problema del combinado culé es que "nos ha pasado como el día del Espanyol, que no hemos sentenciado" a pesar de haber "estado bien en el juego" y haber tenido llegadas al área, "pero en ataque fallamos mucho" y "en nuestra área no hemos estado bien tampoco", indicó el técnico.

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En este sentido, lamentó la debilidad en defensa "porque nos han hecho tres goles y han creado dos ocasiones más". La clave para él es que "tenemos que ser más contundentes para sentenciar los partidos", pues la falta de efectividad en ataque es lo único que le deja "intranquilo", ya que "estoy contento por el juego y el resultado".

Además, Xavi destacó el "ritmo de circulación del balón" de su equipo y la capacidad del Barcelona "para generar ocasiones", aunque volvió a insistir en que "nos falta la contundencia en las áreas".

"Estamos en un buen momento de juego y de ocasiones, pero hay que mejorar", apuntó el técnico, que subrayó que no les queda otra que "obedecer" la sanción confirmada por el TAD de tres partidos a Robert Lewandowski, con el que no podrá contar ante el Atlético de Madrid este sábado.