Salió como un tiro Carlos Sainz en esta cuarta etapa del Dakar -tenía que hacerlo después de haberse quedado a media hora del líder de la clasificación general, Nasser Al-Attiyah-, y tuvo algo de premio el tricampeón, pues logró subirse al podio en el tercer puesto y recortar distancias con el vigente campeón.

No fue una prueba fácil para el español, que podría haber rebajado aún más la ventaja del qatarí de no haberse quedado parado antes de los controles en los kilómetros 178 y 282. Le ayudaron los contratiempos de su rival, que también perdió tiempo, lo que le permitió volver a alcanzarle y conseguir ser al final 16 segundos más rápido que él.

El resultado en Ha'il son buenas noticias para el piloto de Audi, porque consigue ascender hasta el cuarto puesto en la tabla global y ponerse a 32:55 de Al-Attiyah. Ese tiempo aún deja espacio para la esperanza, pues restan 10 etapas en las que puede pasar de todo. 

Así se vivió la reparación de la avería que complica el Dakar para Carlos Sainz

Esa lección se llevó Sainz este martes, cuando partió con el liderato bajo el brazo y cruzó la meta siendo octavo tras varios problemas mecánicos: primero la rotura de la rótula de la suspensión en la rueda izquierda, y después de dos pinchazos. "En uno de ellos una tuerca no salía y se nos ha estropeado la llave de ruedas y hemos tenido que esperar Ekstrom", reveló tras la carrera, en la que "todo lo que no tenía que salir mal, ha salido mal".

La victoria este miércoles se la llevó Loeb, que arrancó aún más tarde que el piloto de Audi - Sainz lo hacía en el vigesimosexto lugar, y el francés trigesimotercero- y firmó una etapa espectacular. Ya le tocaba después de la mala suerte que había tenido en este Dakar.

Así, pronto se colocó como el principal rival de Peterhansel, que lideró gran parte de la prueba, y cuando le dio caza, su compatriota no pudo evitar la derrota. Fue, eso sí, muy ajustada, porque el nueve veces campeón del mundo de rallies pasó siendo tan solo 13 segundos más rápido que él.