Brasil está de luto. Aunque la muerte de Pelé era algo esperable desde que hace un mes ingresara en un hospital en la última fase de un grave cáncer, la noticia de su fallecimiento no ha amortiguado el sentimiento de pérdida entre los brasileños, que este jueves se contaban unos a otros por las calles de Río que había muerto "o rei".

"El mejor jugador del mundo ha muerto. El fútbol brasileño era él, era un ejemplo como futbolista", se decían dos completos desconocidos repostando en una gasolinera comentando la noticia de última hora.

Cerca, en una cafetería, Luis y Antonio acaban de enterarse de la muerte del jugador de Santos por la televisión. "Era esperado, estaba muy enfermo y la familia estaba reunida desde la navidad con él en el hospital. Era una cuestión de horas o de días. Pero entristece a todo el mundo. Fue el mejor atleta del siglo XX. Brasil se hizo conocido en muchos países por el fútbol y es gracias a el", explica Antonio, quien recuerda uno de los episodios más famosos de la historia de Pelé, cuando consiguió parar momentáneamente una guerra en África por un partido amistoso. Su amigo Luis siente y opina que "Brasil debería hacerle un homenaje". Propone una estatua en el estadio de Maracaná, donde el más destacó.

Una familia brasileña que sigue las noticias de la televisión sobre el reciente fallecimiento el astro del fútbol no quita ojo de la pantalla. Son de Minas Gerais, pero están de visita en Río: "Estoy muy triste porque aunque sabía que estaba en el hospital la noticia me ha cogido por sorpresa", reconoce Cesar, el padre de familia. "Pelé era como ser humano de los que te dejan sin palabras y como deportista, seguramente el mejor jugador de todos los tiempos. La selección en los años 70, en la que él jugó, fue la mejor. Es un acontecimiento histórico. Debería haber un gran homenaje en Brasil porque es el mayor ídolo de todos. Todo el mundo sabe quién es… hasta los niños hoy en día saben quien es", dice.

Hay quien opina que Brasil debería dedicar a Pelé "más que una estatua". Eso dice Armindo, que es de Angola y vive en Brasil desde hace más de 30 años. "Fue una persona que exportó la marca de país internacionalmente y debería ser recordado como se merece. Brasil no puede olvidar lo que hizo Pelé por todos". Él mismo cuando llegó al país lo hizo con una única referencia, Pelé. "Cuando éramos pequeños metíamos un gol y salíamos a celebrarlo gritando: ¡soy Peleee!", recuerda emocionado.