Faltan muy pocas fechas para que arranque la temporada de tenis y llegue el primer Grand Slam de 2023, el Open de Australia, al que volverá el serbio Novak Djokovic tras ser deportado del país en la última edición por no haberse vacunado contra la Covid-19. "No fue fácil de digerir", ha apuntado sobre lo vivido esos días.

"Lo que pasó hace 12 meses no fue fácil de digerir un tiempo", ha confesado, aunque apunta que fue "una valiosa experiencia de aprendizaje", pues son situaciones que se recuerdan toda la vida, ha expresado en una rueda de prensa en Adelaida, donde disputará un torneo para comenzar a prepararse de cara al primer gran torneo del año.

El tenista ha reconocido que "obviamente [fue] decepcionante dejar el país de esa manera", pero, "al mismo tiempo, tuve que seguir adelante". Sin embargo, a pesar de lo ocurrido, Djokovic ha dejado claro que "ese acontecimiento y esas circunstancias no reemplazarán lo que he vivido" en el país oceánico "a lo largo de mi carrera", pues ha levantado el título en Australia hasta en nueve ocasiones.

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Tras ese polémico incidente, el quinto mejor jugador del mundo asegura que se siente bien de volver a Australia, un país con el que tiene fuertes vínculos y en el que espera "tener otro estupendo verano [austral]".

Djokovic, uno de los favoritos para ganar el Open de Australia, que arrancará el próximo 16 de enero, ha llegado al país oceánico con antelación para poder alcanzar su mejor forma para el torneo, ha señalado él mismo.

"Es un reto venir a Australia por el huso horario [y por ello] hice algo diferente y vine antes de lo acostumbrado. El objetivo es alcanzar la cima en Melbourne: es donde quiero jugar mejor", ha destacado Djokovic.

Su deportación a principios de 2022

En enero de 2022, Djokovic, que pretendía defender su cetro en Melbourne, fue retenido por la policía de inmigración a su llegada a Australia al cuestionar la validez de su exención médica, que aseguraba que había superado recientemente la Covid-19, y ordenó su deportación por contravenir las medidas contra la pandemia.

El deportista, que estuvo encerrado en un hotel custodiado por Inmigración, apeló la decisión de las autoridades pero tras una intensa batalla judicial, el pleno del Tribunal Federal Australiano consideró que la presencia del jugador en el país suponía un riesgo para la salud y el orden público.

Las autoridades deportaron a Djokovic horas antes del Abierto de Australia 2022 y le impusieron una prohibición de entrada al país durante tres años, una medida que el equipo legal logró que se revocara en noviembre al argumentar que el país oceánico ya ha levantado todas las restricciones impuestas por la pandemia.