La final del Mundial de Qatar tuvo un nombre propio, Kylian Mbappé, el futbolista más determinante en el césped de Lusail a pesar de la derrota de Francia. Marcó tres goles y su penalti en la tanda, pero no sirvieron para llevar la tercera Copa del Mundo a París. Su decepción era evidente, y así lo percibió el presidente francés, Emmanuel Macron, que dedicó varios minutos a consolar al delantero.

El '10' del conjunto galo hizo todo lo que estaba en su mano para levantar el su segundo Mundial, que finalmente se le escapó en los penaltis. Remontó un 2-0 en contra en dos minutos para llevar el partido a la prórroga, y tuvo que volver a marcar para forzar la tanda decisiva, un espectáculo que disfrutó -emocionado- desde la grada el presidente francés.

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Sin embargo, el desenlace no fue el esperado, Argentina no falló, y la decepción de la derrota quedó reflejada en el rostro del jugador del PSG. En ese momento, Macron bajó de la tribuna de autoridades al césped y rápidamente se dirigió al futbolista para hablar con él.

El presidente, también visiblemente decepcionado, se abrazó al futbolista y estuvo varios minutos conversando con él. Fue el primero al que se acercó, antes de seguir su ronda futbolista a futbolista. Minutos después, durante la entrega de medallas, Macron volvió a detenerse con la estrella del PSG, a la que volvió a dirigir unas palabras antes de entregarle la medalla.