La fórmula del éxito histórico de Marruecos: contras eléctricas y 'Superbono' en portería

El portero Yassine Bounou de Marruecos detiene un penalti ante el combinado español
El portero Yassine Bounou de Marruecos detiene un penalti ante el combinado español
EFE
El portero Yassine Bounou de Marruecos detiene un penalti ante el combinado español

Con su pase a semifinales, y por si quedaba alguna duda, Marruecos ha demostrado ser el equipo revelación del Mundial de Qatar. Con sus sólidas actuaciones grupales, han logrado ser el primer equipo africano y árabe en superar la barrera de los cuartos de final, y han superado sus propias expectativas. Marruecos solo había pasado de fase de grupos en una ocasión, y ahora está a 90 minutos de la final de una Copa del Mundo. ¿Cuáles son las claves de este éxito sin precedentes?

La primera de ellas reside en el banquillo. Walid Regragui asumió el cargo de la selección marroquí apenas el agosto pasado, con apenas unos años de experiencia como primer técnico, y siempre en clubes árabes. Sin embargo, un 'desconocido' como él ha sido capaz de imprimir en los jugadores marroquíes una actitud, una disciplina y una voluntad para el sacrificio que han transformado su mentalidad por completo. Desesperan al rival y aprovechan el más mínimo error. Son animales competitivos.

A partir de esa premisa, los pupilos de Regragui han asimilado todos los conceptos tácticos y estratégicos del técnico, y los han implementado a la perfección en una maquinaria bien engrasada. El primero de ellos, el más sencillo de aplicar por las excepcionales condiciones físicas de los internacionales marroquíes: el contragolpe. A cada oportunidad que atisba cualquier jugador marroquí, el resto de compañeros se activa de inmediato, de forma eléctrica, para ofrecer salidas en carrera al primer toque. El factor sorpresa es fundamental para hacer funcionar la 'trampa' marroquí.

No obstante, para que las contras funcionen como lo vienen haciendo, Marruecos basa su auténtica fortaleza en la solidez defensiva. Son un bloque compacto, organizado, solidario y muy correoso. No permiten que el rival piense ni respire, y fuerzan al contrario a acumular posesiones en zonas intrascendentes. La anticipación es la clave. Antes de que el oponente agreda su área, ellos piensan ya en la ejecución del contragolpe. No es casualidad, además, que solo hayan encajado un gol en todo el torneo, y que haya sido en propia meta.

En este sentido, existe un último factor que ha demostrado durante las eliminatorias su valor diferencial. Bono, portero del Sevilla, se ha erigido en un gigante guardián infranqueable. Lo para todo, incluidos los decisivos penaltis ante España. Tiene buena parte de culpa en que Marruecos sea la selección menos goleada del Mundial, y si mantiene su nivel actual, promete seguir firme bajo los palos de la meta de los 'Leones del Atlas'.

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