Los cinco mejores goles de Pelé: de sus cuatro sombreros a su último tanto en un Mundial

Pelé marca de chilena ante el Bolívar en 1971.
Pelé marca de chilena ante el Bolívar en 1971.
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Pelé marca de chilena ante el Bolívar en 1971.

Edson Arantes do Nascimento 'Pelé' deleitaría durante 21 años de fútbol a miles de aficionados que celebraron sus 1.283 goles en los 1.367 encuentros -amistosos y oficiales- en los que se vistió de corto para hacer magia con una pelota en los pies, y hasta convertirse en una leyenda del fútbol.

O Rei anotaría 643 tantos en 665 partidos con el club de su vida, el Santos, donde jugó durante 18 temporadas. Hizo otros 37 en 64 choques con el New York Cosmos antes de retirarse, y llevaría a la canarinha a ganar tres Copas del Mundo contribuyendo con 77 goles. Y esos son solo los oficiales.

Todos y cada uno de los balones que el delantero brasileño colocó en la red tienen su propia historia, pero sería imposible contar cómo fueron todos. Por eso, estos son cinco de los mejores goles que marcó Pelé.

La explosión de una estrella

Brasil llegaba al Mundial de Suecia con una estrella en ciernes en sus filas, un muchacho que a los nueve años había prometido a su padre que ganaría una Copa del Mundo para la canarinha después de verle llorar por primera vez en su vida tras la decepción ante Uruguay en 1950.

Pelé seguiría fiel a su promesa ocho años después, con tan solo 17 años, para salirse en la edición de 1958 y sellar la victoria de la 'verdeamarela' con un golazo en la final ante la anfitriona. El delantero controlaría con el pecho un centro en el borde del área ante un defensa que metió la pierna, sin éxito, para cortar el envío. Con la misma astucia, elevaría el esférico con un toque suave sobre la cabeza de otro rival, y esperar con tranquilidad su descenso para batir de primeras al guardameta con un remate al palo izquierdo.

Ese día se marcharía del estadio de Rasunda con un doblete culminado en último minuto de partido, otro golazo de cabeza tras un centro que remataría llegando en carrera al área pequeña. O Rei, al que no le importaría cruzarse con un zaguero sueco que trataría de impedir el testarazo, golpeó con la cabeza el cuero para hacerlo pasar por encima del guardameta, que se quedó a medias en la salida. Un bonito globo que entraría lamiendo la cepa del poste izquierdo.

El mejor gol de la historia

El mítico estadio brasileño de Maracaná sería escenario del considerado por muchos como mejor gol de la historia, popularmente conocido como 'gol de placa'.  El Torneo Río-Sao Paulo enfrentaría en 1961 al Santos ante el Fluminense, víctima de la magia de Pelé, que anotaría el definitivo 3-1 para su equipo con una jugada espectacular: regateó hasta siete futbolistas rivales desde el borde de su área hasta la portería contraria, para terminar colocando el balón en las mallas.

Según la crónica de O Globo de ese encuentro, corría el minuto 40 cuando O Rei recibió el balón de Dalmo, lateral izquierdo del Santos, cerca de su área. Inició entonces una espectacular arrancada con la que primero dejó atrás a Valdo, delantero rival, después, casi sin esfuerzo, hizo lo mismo con el centrocampista Edmilson, y se plantó frente a los defensas Clovis y Altair, pero ninguno pudo detenerle y "pasó entre los dos". Tras los zagueros se encontraría con Marinho, que intentaría derribarle, sin éxito, tras "una finta de cuerpo" con la que Pelé "lo dejó a un lado y simultáneamente se dispuso a rematar".

Cuando ya iba a definir, el guardameta "Castilho abandonó el arco y cerró el ángulo", pero no podría evitar el espectacular tanto del astro carioca, que "tocó suavemente y con efecto" para engañarle y conseguir que entrase "mansamente". "La pelota penetró, rebotó en el poste y volvió para morir antes de la línea de gol", finaliza el relato.

El gol le haría ganarse la ovación de la afición presente en el campo, que le aplaudiría durante dos minutos, y una placa conmemorativa de bronce: "En este campo, el día 5 de marzo de 1961, Pelé marcó el tanto más bonito en la historia de Maracaná", se puede leer en ella. Desgraciadamente, aunque sí que había grabaciones del tanto, no se han encontrado.

Ante el Benfica de Eusebio

La tercera Copa Intercontinental dejaría para el recuerdo una jugada al alcance de muy pocos. En los dos partidos en los que se enfrentaron ambos equipos para alzarse con el título, Pelé anotaría un total de seis goles, dos en Maracaná y cuatro en el estadio Da Luz, entre ellos uno de los más bonitos que conseguiría marcar en su trayectoria.

O Rei recibiría el esférico a varios metros de la portería, evitando al primer defensa que se pone en su camino con un sutil amago que hace caer a su rival al suelo. El '10' avanzaría decidido hacia el área, consiguiendo regatear a otro zaguero, que tocó ligeramente el balón, cambiando la dirección de la pelota y ayudando al brasileño a regatear a un tercer defensor. Desde el borde del área, Pelé no se lo pensaría dos veces y remataría cruzado para hacer el gol.

Los cuatro sombreros

Uno de los goles más espectaculares que el rey del fútbol sumó a su casillero no podrá revivirse nunca, pues no fue captado por las cámaras. De él, solo se conocen los testimonios de quienes estuvieron presentes en el encuentro del campeonato paulista en 1959 entre el Santos y el Juventus de Brasil, en el que el delantero no estaba teniendo su mejor día, y una recreación digital teniendo en cuenta las crónicas y declaraciones de quienes lo vivieron.

Después de haber recibido burlas desde la grada, Pelé, que entonces tenía 19 años, controlaría un centro de Dorval desde el costado derecho con un toque suave para esquivar con el primer sombrero a un rival. Con otros dos superaría a los dos defensores siguientes, y con el último al portero, que se aproximaba a él. Con la portería vacía, O Rei esperaría que el balón descendiese para marcar de cabeza a placer. Una obra de arte.

Su última celebración en México

La leyenda brasileña anotaría su último gol en su última Copa del Mundo en México, en 1970. El tanto abriría el marcador de la goleada de la canarinha a Italia en la final de esa edición, que se resolvería con un contundente 4-1.

La 'verdeamarela' sacaría oro de un saque de esquina de Tostao. Rivellinho se sacó un centro espectacular hacia el área que terminaría rematando con muchísima violencia Pelé, dando lugar a una de las celebraciones más icónicas que se recuerdan: el '10' eufórico levantando un brazo mientras Jairzinho lo aupa en el aire.

La chilena ante el Bolívar

En la retina de los amantes del fútbol quedará también para siempre su espectacular chilena en un amistoso ante el Bolívar en el año 1971. O Rei se internaría en el área intentando regatear, perdiendo el balón por unos segundos, cuando un defensor provocaría un rebote que elevaría el balón para que el brasileño marcase de manera acrobática.

Su tanto en La Bombonera

O Rei llevó al Santos a lo más alto del fútbol. Con él en sus filas, el conjunto brasileño ganó seis campeonatos paulistas, dos Copas Intercontinentales, dos Copas Libertadores, una Supercopa de Campeones Intercontinentales y varios Torneos Rio-Sao Paulo.

En la final de una de esas Libertadores, la de 1963, Pelé anotaría el gol de la victoria para el club de su vida recibiendo el balón al borde del área. El brasileño encaró a dos defensores y se deshizo de su marcaje con un rápido movimiento del esférico de un pie a otro, para disparar en la salida del regate sin internarse en el área.

Tampoco podrán ser olvidados nunca dos tantos que estuvieron a punto de subir al marcador, pero no lo hicieron, y que siempre serán recordados como los legendarios 'casi' goles de O Rei. Ambos se produjeron durante el Mundial de 1970, el último en el que el carioca vistió la camiseta de la canarinha. Esa edición, el mítico delantero retornó de su retiro en la selección brasileña para liderar a Brasil a la final y levantar su tercera Copa del Mundo.

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