El puñetazo que Draymond Green le propinó a su compañero Jordan Poole durante un entrenamiento no va a tener las consecuencias esperadas para el jugador, pues los Golden State Warriors han decidido solamente ponerle una sanción económica y planean que el ala-pívot ya juegue este viernes en el último partido de la pretemporada.  

La bochornosa agresión sucedió el miércoles de la semana pasada, durante una sesión del los vigentes campeones de la NBA. Tras un intercambio verbal, Green se acercó hacia Poole de manera intimidante, y el escolta le apartó con un empujón. Fue entonces cuando Draymond, jugador conocido por su fuerte carácter, le soltó un puñetazo que impactó en la cara de su compañero. 

Victor Wembanyana, la próxima estrella de la NBA que dejó boquiabierto a LeBron James

El vídeo de lo sucedido fue filtrado al popular medio estadounidense TMZ, que lo publicó. Pese a la fuerte agresión, Jordan Poole no resultó lastimado y pudo completar el entrenamiento con el resto de sus compañeros.

Pese a que en un primer momento se especuló con una dura sanción que le podría dejar incluso sin jugar varios meses o incluso hubo rumores de un posible traspaso, Steve Kerr ha asegurado ahora que Green "va a volver a los entrenamientos el jueves" y que espera "que juegue en nuestro último partido de preparación y en el primero de la temporada". Así, el ala-pívot podría jugar unos minutos en el partido de la madrugada del viernes al sábado (4.00 hora española) entre los Warriors y los Denver Nuggets. 

Parece que el arrepentimiento del jugador ha podido ser clave. "Estoy profundamente avergonzado. He fallado a mis compañeros como hombre y como jugador. Les he pedido perdón y en especial a Jordan Poole. Mi actitud es patética", admitió Draymond Green unos días después de la agresión.