Lo que parecía un acuerdo más que cerrado con el Real Madrid ha servido para que Mbappé ate su continuidad con el PSG, que le cubrirá de oro.

Aunque el futbolista había decidido que se iba a ir al club del que es aficionado desde pequeño, o eso decía, finalmente ha pesado más la multimillonaria oferta de 100 millones de salario para las próximas tres temporadas más 300 millones de prima de fichaje. Argumentos que han sido suficientes para romper su palabra con Florentino Pérez.

OPINIÓN | Digiriendo el mayúsculo palo de Mbappé

La alegría con la que el futbolista apareció junto a Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG, era notable. La imagen de ambos sonrientes en el Parque de los Príncipes con una camiseta con el 2025 en el centro lo resume todo.

PSG

En sus palabras en el comunicado del club asegura que el PSG es el club perfecto "para seguir creciendo". Aunque ha despreciado la opción de irse a un equipo que en una semana buscará su 14ª Copa de Europa, él se siente satisfecho por el acuerdo.

"Estoy convencido de que aquí puedo seguir creciendo dentro de un club que se da todos los medios para rendir al máximo nivel. También estoy muy feliz de poder seguir evolucionando en Francia, el país donde nací, crecí y florecí. Quisiera agradecer al presidente, Nasser Al-Khelaifi, su confianza, su comprensión y su paciencia. También tengo un pensamiento para todos los seguidores del Paris Saint-Germain, en Francia y en todo el mundo, por sus innumerables muestras de cariño, especialmente en los últimos meses. Juntos, unidos y ambiciosos, emprenderemos las apuestas más mágicas", afirma.

Al-Khelaifi ha tenido que convencer a Mbappé con un proyecto deportivo en condiciones, más allá del dinero. Y así lo ha admitido en el propio comunicado.

"Desde que Kylian se unió a nuestra familia, a pesar de su corta edad, ha logrado maravillas en todos los niveles. Al renovar con el Paris Saint-Germain, se convierte en la piedra angular del proyecto del club para los próximos años, dentro y fuera de la cancha", asegura el dirigente qatarí. Ese era exactamente el objetivo del Real Madrid.