Marc Márquez se encuentra en un momento crítico de su carrera. Los problemas de diplopia (visión doble) que ya sufrió la pasada temporada se han reproducido después de las últimas caídas que tuvo en el arranque de la campaña 2022, por lo que ha tenido que hacer una pausa inmediata.
La solución para esa dolencia es relativamente sencilla: operarse. Es la más directa, pero también la más arriesgada y larga en su recuperación. Supondría tener que renunciar a toda la campaña (ya se perdió 2020 por la lesión del brazo) y no está dispuesto a ello. Por eso, junto a los oftalmólogos que le están tratando, con el doctor Bernat Sánchez Dalmau del Hospital Clinic de Barcelona al frente, está llevando un tratamiento conservador con el que volver a estar apto.
Lo ha mostrado él mismo en su cuenta de instagram. En una de las pistas del Gimnasio Reebok Sports Club (propiedad de la familia de Carlos Sainz) se ha mostrado haciendo ejercicios de coordinación. Literalmente: se está recuperando haciendo malabares con pelotas de tenis.
Márquez quiere evitar el quirófano a toda costa, y dado que la evolución es favorable, los médicos apoyan que decida ir por el lado conservador.
En concreto, el octocampeón sufre una parálisis del cuarto nervio derecho desde la violenta caída en el pasado Gran Premio de Indonesia. Por pura precaución le pidieron no viajar a Argentina y volver a Madrid (donde reside desde esta temporada) para descansar y recuperarse con el objetivo de regresar a las pistas en breve.
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