Desgarrador testimonio desde dentro de la tragedia de México: así salvó la vida una pareja gracias a la afición rival

Beto Valdivia y su mujer, aficionados de Atlas.
Beto Valdivia y su mujer, aficionados de Atlas.
Twitter Beto Valdivia.
Beto Valdivia y su mujer, aficionados de Atlas.

La tragedia ocurrida este fin de semana en México es una vergüenza para el mundo del deporte y un triste relato de lo que algunos mal llamados aficionados al fútbol pueden llegar a provocar en un estadio.

Decenas de heridos y cifras de muertos no oficiales manchan para siempre el nombre de Querétaro y de la Liga mexicana tras la batalla campal del sábado de la que empiezan a rescatarse testimonios desgarradores.

Es el caso de Beto Valdivia y su mujer, ambos aficionados de Atlas que acudieron al estadio como parte de las celebraciones de su aniversario, quienes salieron ilesos de milagro de la cancha de Querétaro.

La violencia en el fútbol mexicano tocó fondo en las últimas horas con 26 heridos, tres graves, como consecuencia de una batalla campal en el partido Querétaro-Atlas, después de la cual el Gobierno y de la Liga MX deberán revisar todo.

Ha sido el propio Valdivia el encargado de contar el episodio en un hilo de Twitter que acumula miles de likes y retuits y en el que narra cómo pudieron salir del estadio y llegar a su coche con la ayuda de aficionados del equipo local que les prestaron camisetas y así no ser identificados con los colores rojo y negro de Atlas, el conjunto visitante.

"En cuestión de minutos todo cambió, notábamos peleas en diferentes sectores del estadio sin ningún personal de seguridad que se acercara a separarlos. Volteando hacia la barra de gallos veíamos cómo empezaba a moverse una masa hacia los pasillos al no poder cruzarse por las butacas; en ese momento supe que ya estábamos en alto riesgo", relata Valdivia, que resalta uno de los graves problemas que agravó la tragedia y es la aparente nula acción policial contra los radicales.

"Comenzamos a subir las escaleras más por la presión de los gritos de la gente que por nuestra voluntad. Afortunadamente, antes de salir al pasillo una persona de Querétaro nos frenó y dijo: "¡No salgan! Quítense ya sus playeras (camisetas)",  a la par que un grupo de personas nos rodearon cubriéndonos. En lo que me quitaba mi playera, un chavo de Querétaro desesperado le entregaba su playera a mi esposa para que se la pusiera encima", explica el aficionado de Atlas, alabando la solidaridad de algunos hinchas locales que no dudaron en entregar sus camisetas para no convertirlos en objetivo.

"Jamás olvidaré la imagen de ver de frente a todas las personas de Atlas que estaban en la cancha desesperados buscando auxilio, jóvenes, mujeres, niños y adultos mayores", añade Valdivia, en un hilo desgarrador desde dentro de la tragedia, pero con final feliz.

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