El castigo a Isco tras el enfado en Granada: la venganza de Ancelotti se sirve fría

Isco, en el Real Madrid vs Sevilla.
Isco, en el Real Madrid vs Sevilla.
AFP7 vía Europa Press
Isco, en el Real Madrid vs Sevilla.

El Real Madrid pasa por un momento dulce, líder en solitario siete puntos arriba del segundo y con la tranquilidad de depender de sí mismo para pasar como primero de grupo a octavos de la Champions League. Sin embargo, hay ciertos incendios menores que también forman parte del día a día del nuevo Madrid de Ancelotti 2.0.

El principal y que ha sido palpable en las tres últimas semanas es Isco. El malagueño lleva tres partidos sin jugar un sólo minuto y ni siquiera ser considerado para calentar y la razón hay que buscarla en el partido ante el Granada.

Aquel día en Los Cármenes el Madrid venció por 1-4 en un gran partido de los de Carletto que ponían sobre la mesa su firme candidatura a liderar a tabla y volvar hacia el título. Todo parecía feliz, pero en la anda ocurrió algo.

Ancelotti decidió llamar a Jovic y Camavinga para darles entrada en el partido, con el marcador ya resuelto, algo que no gustó en absoluto a Isco, quien llevaba calentando en la banda el mismo tiempo que el mediocentro francés.

La reacción de Isco fue de rabieta: dejó de ejercitarse y regresó al banquillo. Para calmar las aguas y evitar un posible conflicto mayor, Ancelotti le concedió unos minutos en el campo. Y así parecía zanjarse el problema, apaciguando los ánimos y dándole a Isco lo que quería. Pero la cosa no acaba aquí.

Ni un sólo minuto en tres partidos

Desde entonces -el partido ante el Granada fue el 21 de noviembre-, el Real Madrid ha disputado tres partidos: contra Sevilla, Sheriff y Athletic. En ninguno de ellos ha jugado Isco.

Y no sólo no ha gozado de minutos, sino que ni siquiera ha sido considerado para salir como suplente ya que no ha sido llamado ni a calentar.

Parece que esta es la forma de Ancelotti de dejar las cosas claras al jugador y de hacerle ver que no aceptará rabietas por jugar menos que sus compañeros.

Lo cierto es que, con los números sobre la mesa, el '22' blanco es el último centrocampista del equipo para el técnico italiano, al menos tras el desplante de Granada. 

Isco llegó al Real Madrid en 2013 y fue pieza clave en la primera etapa de Ancelotti, firmando grandes temporadas en los primeros años, especialmente en la 14/15, cuando se logró la gloria de la 'Décima'. 

Sin embargo, de la entrada de Solari en adelante, cuando el argentino sustituyó a Zidane, el malagueño se ha ido diluyendo en una plantilla en la que cada vez cuenta menos. Está en forma y está bien, pero algo ocurre con Isco que no convence a nadie. Sus días de blanco podrían estar llegando a su fin. 

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