El Sevilla queda retratado ante un Lille que les complica mucho su futuro en Champions

Ocampos, en el Sevilla - Lille
Ocampos, en el Sevilla - Lille
EFE
Ocampos, en el Sevilla - Lille

El Sevilla perdió una ocasión de oro para asentarse en la segunda posición del grupo G. El Lille le dio la vuelta a un encuentro en el que los de Lopetegui mostraron lo mejor y lo peor, y que ahora complica mucho su futuro en la competición europea: tras tres empates, una derrota.

El Lille tuvo muy presente el partido de ida, donde consiguieron secar a los de Lopetegui. La receta era clara: presión alta desde el primer momento y obligar a ir a la contra al Sevilla.

La primera ocasión clara del partido fue, como era previsible, del conjunto español. Un cabezazo de Ocampos desde el pico del área pequeña se fue alto, pero a Lopetegui no le gustaba lo que veía. Prueba de ello fueron las carreras y los gritos que dejó en la banda del Sánchez Pizjuán ya antes del primer cuarto de hora.

La posesión del Lille no sirvió de nada, y de hecho se adelantó el Sevilla. Ocampos culminó un mal rechace de Grbic, que le dejó franco el balón al despejar un disparo de Rafa Mir a pase de Suso por la banda. El 1-0 dio tranquilidad a los nervionenses, pero más aún el penalti que le perdonó el árbitro rumano Kovacs en el campo y el italiano Guida en el VAR: Delaney se llevó por delante a Jonathan David, pero incomprensiblemente nadie pitó nada.

Este regalo obligó al Sevilla a ponerse las pilas para buscar rápido el 2-0, pero también al Lille. Suso, con un buen disparo que se fue alto, avisó a los rivales, pero Bono también tuvo que lucirse cuando Bamba le disparó a bocajarro para evitar el empate.

Bien por justicia, bien porque no podía no pitar dos penaltis, el colegiado y el VAR sí vieron un manotazo de Delaney sobre Bamba. Jonathan David se tomó justa venganza y, aunque Bono le adivinó la intención, no pudo evitar el tanto del futbolista más peligroso del equipo galo.

Bien porque la charla en el vestuario salió mejor, bien porque la zaga sevillista no pudo salir peor, el Lille salió mucho más enchufado en la segunda mitad y obtuvo premio en la primera jugada de ataque. Ikoné culminó una contra que arrancó con una genialidad de Renato Sanches desde su campo, para ceder a Celik. Su disparo se fue al palo, y ante la inacción de la defensa de Lopetegui, el '10' del conjunto de Jocelyn Gourvennec puso el 1-2.

El Sevilla, con el marcador en contra, se atoró y como a perro flaco todo son pulgas, se le lesionó Jesús Navas y tuvo que salir Montiel. Aunque el Lille cedió el balón, a los españoles se les hicieron eternos los últimos metros.

Con este resultado, los de Lopetegui caen a la última posición del Grupo G y se complican mucho su futuro europeo. El próximo partido, contra un Wolfsburgo que también necesita ganar para no quedarse fuera de Europa, será una final.

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