La invitada Emma Raducanu gana el US Open a los 18 años haciendo historia en la final más adolescente

Emma Raducanu, campeona del US Open
Emma Raducanu, campeona del US Open
EFE
Emma Raducanu, campeona del US Open

La tenista británica Emma Raducanu, de 18 años, hizo historia en el US Open este sábado al ganar en dos sets corridos por 6-4 y 6-3 a la canadiense Leylah Fernández, de 19, y proclamarse la primera campeona del Abierto de Estados Unidos que llegó al torneo a través de la fase previa.

Raducanu, número 150 del mundo, también se convirtió en la primera jugadora británica en ganar un Grand Slam desde que Virginia Wade se proclamó campeona de Wimbledon, en 1977. Además de ser la más joven en 17 años después de que la rusa María Sharapova logró el título también en Inglaterra en 2004 a la edad de 17 años, y lo consigue sin haber perdido un solo set durante todo el torneo.

El partido comenzó Raducanu con su saque e hizo el break en el segundo para el 2-0, demostrando que estaba lista para ser la protagonista desde el inicio. Aunque reaccionó Fernández y recuperó el saque en el tercer juego para el 2-1, la tenista británica de padre rumano y madre china, confirmó que era la que tenía más control de las emociones en la pista central Arthur Ashe Stadium, que apoyó por igual a ambas adolescentes.

A partir de ese momento ambas jugadoras mantuvieron su saque hasta que en el décimo juego Raducanu hizo el segundo quiebre para asegurarse la manga en 58 minutos de duración.

El segundo comenzó con la historia cambiada, sería Fernández la que en el tercer juego hiciese el quiebre para ponerse arriba en el marcador con parcial de 2-1. Pero la alegría le duró poco a Fernández que vio como Raducanu con un gran resto y juego desde el fondo de la pista lo recuperó y a partir de ese momento la exhibición de la adolescente británica fue completa para hacer los cuatro juegos siguientes y el parcial de 5-2.

Aunque Fernández salvó dos pelotas de partido para conseguir su tercer juego y poner el 5-3, Raducanu, con el saque en su poder a la no hizo más concesiones a la joven canadiense, de origen ecuatoriano y filipino, y en su tercera pelota de partido y tras superar un corte con hemorragia que se hizo y salvar dos pelotas rotura de punto, se proclamó nueva reina de Flushing Meadows y la nueva cara del tenis mundial femenino.

La campeona se llevó un premio en metálico de 2,5 millones de dólares, mientras que la subcampeona recibió otro de 1.250.000 dólares. Por causa de la pandemia del coronavirus, el año pasado el torneo se disputó sin espectadores en Flushing Meadows, el premio este año bajó medio millón de dólares en comparación con el año pasado y 1,35 millones, el 35 por ciento, con relación al de 2019.

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