Damián Quintero: “Intento convertir la presión en motivación, si cabeza y físico van en la misma dirección, todo fluye”

Damián Quintero, candidato al oro en los Juegos de Tokio.
Damián Quintero, candidato al oro en los Juegos de Tokio.
RFEK
Damián Quintero, candidato al oro en los Juegos de Tokio.

Damián Quintero es una de las grandes esperanzas de medalla del equipo español en los Juegos Olímpicos de Tokio. Es número uno del mundo en kata, su modalidad de karate, y llega a la cita japonesa con el objetivo claro de subirse a lo más alto del podio el próximo 6 de agosto.

“El objetivo es el oro siempre, en todas las competiciones. Este es el campeonato más importante en el que voy a participar y tengo que ir a por ello. Yo agradezco mucho los elogios y que se me ponga en las quinielas, pero hay que ir paso a paso, no hay nada ganado”, explica con humildad en su charla con 20minutos.

P.- Estar en todas las quinielas para ganar, ¿genera alguna presión que pueda afectar a tu concentración?

Intento gestionar esa presión como una motivación, porque si no, sí te presiona. Lo que está claro es que yo sé lo que soy capaz de hacer y tengo que verlo desde esa manera. Agradezco el ruido y la confianza pero intento abstraerme. También es cierto que esa confianza es fruto de los buenos resultados cosechados. El apoyo se agradece y refuerza para dar el 100%... y porque el 120% no existe. Al final los rivales son los mismos, sólo cambia que son unos Juegos, y me centro en hacerlo bien. Sin pensar, sin volverme loco por esa ansiada medalla. La quiero, por supuesto que la quiero, pero hay que ir paso a paso y dar el máximo en cada ronda para llegar a la final y merecerlo.

P.- ¿Cómo llegas a la gran cita?

Estoy tranquilo. Más que nervioso, estoy motivado. Quiero centrarme en los entrenamientos e incluso reduciré un poco la actividad en redes sociales para dedicarme a mis sesiones. Estoy sacando muy buenas conclusiones y estoy muy bien. Al final, si la cabeza y el físico van en la misma dirección, todo fluye. Me siento con ganas y me veo arriba.

P.- Serán, por la situación del covid, unos Juegos atípicos...

Muchos amigos me comentan que esa amistad y espíritu de la Villa es distinto por las circunstancias. Realmente la competición es una más, sólo que hay unos logos con unos aros que te suben la presión, pero la competición es igual que lo que hemos hecho desde que empezó la pandemia: sin público, ambiente soso... pero ya nos hemos acostumbrado. Aunque sí es cierto que nos perderemos un poco ese aura que rodea a los Juegos, pero es lo que nos ha tocado vivir. Estaré con los ojos bien abiertos para no perder detalle.

P.- Además, si el COI no cambia de opinión, no habrá karate en París 2024 y estos pueden ser los últimos para ti.

A día de hoy no tengo respuesta para explicar por qué salimos del programa en París 2024. No hemos debutado y ya sabemos que no estaremos en los próximos, es muy raro y yo creo que hay cosas que se nos escapan como deportistas que somos. No llegamos a altas esferas para saber lo que ocurre de verdad, pero para mí es un error. En Tokio tenemos la oportunidad de 'petarlo' y hacer ruido para que el COI vea que les interesa incluir al karate. Si no es así, seremos los primeros que daremos un paso atrás si no llegamos al nivel mediático que exigen.

P.- ¿Cómo afecta económicamente dejar de ser deportista olímpico? ¿Se puede seguir viviendo de ello?

Al salir del ciclo olímpico nos quedamos sin beca ADO, que es la gran ayuda de los deportistas olímpicos, especialmente en deportes no profesionales como el karate en España. Es un paso atrás. También se reducen las cuantías que otorga el CSD cuando conquistas un campeonato del mundo o de Europa a bastante más de la mitad. Se hace muy complicado dedicarte enteramente al karate como hemos hecho durante este ciclo. Hemos logrado sponsors privados gracias a la popularidad del karate, lo que da algo de tranquilidad. Pero se reducirán las subvenciones de la federación, reducción de personal... muchos deportistas deberán compaginar de nuevo trabajos con la competición.

P.- Volviendo a Tokio y dada la situación sanitaria, ¿tienes miedo a contagiarte?

Iremos con mucho cuidado porque en la Villa estaremos los últimos cinco días antes de competir... Iremos con doble mascarilla y, sintiéndolo mucho, siendo un poco asocial, por lo menos hasta el día de competición. Luego ya celebraremos o lo que sea. Pero yo voy de verdad a por la medalla y, consciente de esto, me voy a cuidar muchísimo.

P.- Que se hayan pospuesto un año los Juegos, ¿te ha beneficiado?

En valoración general, este año ha sido positivo. Creo que me ha beneficiado porque he podido incorporar un kata nuevo, que ya estaba entrenando en 2019, pero iba a quedar muy verde si los Juegos hubieran sido en 2020. Así que me ha dado tiempo a perfeccionarlo y madurarlo un poco. Me encuentro muy bien y me veo muy fuerte, en mejor forma no podemos estar porque hemos entrenado muchísimo.

P.- Y, si ganas la ansiada medalla olímpica, ¿qué le queda por hacer a Damián Quintero?

Pues una fiesta...(se ríe). Después de esto, no pienso retirarme. Tengo un Mundial en noviembre, hay un par de pruebas del circuito mundial y, si todo sigue así, seguiré como número uno del mundo para cerrar un buen 2021. Y ya, entonces veríamos. Si vuelvo de Tokio con una medalla también puede abrirme muchas puertas. Quiero vivir el día a día sin adelantarme al futuro.

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