España ya tiene su primera medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio. Adriana Cerezo se ha alzado con la plata tras perder en la finalísima del torneo de taekwondo contra la número 1 del mundo, la tailandesa Panipak Wongpattanakit. Contra todo pronóstico, la joven deportista de 17 años suma su primera medalla olímpica de su carrera tras un campeonato para enmarcar.

Comenzó imponiéndose en el debut contra la serbia Bogdanovic, que a penas pudo conectar golpes contra la española. Cerezo, que supo controlar en todo momento su ventaja, terminó logrando el pase a cuartos de final sin grandes complicaciones.

En esta fase, las cosas comenzaban a ponerse serias y tendría enfrente a la que es considerada como la mejor taekwondista de la historia, Wu Jingyou. Un partido que ya ha pasado a la historia donde muchos expertos ven el relevo generacional entre una leyenda que se retira y otra deportista que irrumpe por todo lo alto. El duelo terminó al final del segundo asalto, cuando Cerezo ya vencía por un impresionante 33-2.

Las semifinales esperaban con la opción de medalla más cerca que nunca, ya que con una victoria se aseguraba el pase a la final y, como mínimo, la medalla de plata. Para lograrlo tuvo que batir a otra de las grandes figuras de este deporte, la turca Yildrim. Tampoco pudo hacer nada contra la prodigio española, quien desplegó un juego muy ofensivo para ganar por 39 a 19.

Ya en la final, tocaba enfrentarse al reto más complicado: vencer a la número uno. Para ser el mejor, hay que vencer a los mejores y Adriana se quedó a las puertas, dejándoselo todo. En un combate de tú a tú, la española hizo esforzarse a su rival hasta el final, igualando la contienda al inicio del tercer y último asalto (9-8), para ponerse por delante (9-10) a 30 segundos del final. Sin embargo, un último ataque de su contrincante la dejó sin tiempo para reponerse y terminó cayendo por un sólo punto (11-10).