Inglaterra es uno de esos países cuya pasión por el fútbol, muchas veces, va más allá de lo racional, como puede ocurrir en Argentina o Brasil, donde cada vez se dan a conocer historias más inverosímiles. Con la histórica participación de los Tres Leones en una semifinal de Eurocopa en Wembley, muchos hicieron lo imposible por verlo en el estadio.

El escandaloso e inexistente penalti que decidió el pase de Inglaterra a la final: no era falta y había dos balones en el campo

Uno de estos aficionados fue Nina Farooqi cuya estrategia para librarse del trabajo e ir al campo le ha salido por la culata. La mujer de 37 años consiguió entradas para el partido contra Dinamarca a última hora y, pensando que no le darían el día libre, aseguró a su empresa que no podía ir a trabajar por estar enferma.

Sin embargo, cuando la selección inglesa igualó la contienda en el minuto 40, la televisión enfocó a Farooqi celebrando el gol del empate, justo detrás de la portería. De hecho, esa precisa imagen la compartió también la presentadora de televisión Stacey Dooley.

Según informa ahora the Daily Mail, la mujer fue 'cazada' por su jefe y ha perdido su trabajo de Coordinadora de Contenido Digital en Composite Prime, de acuerdo con la página de LinkedIn de Farooqi.

"Dijeron que habían visto que fui al partido y yo fui honesta en por qué lo hice. Pero no tuvieron ningún tipo de compasión conmigo y dijeron que eso era todo. Es su decisión y la consecuencia de lo que hice", contó para el Daily Telegraph. "Hay un poco de arrepentimiento, nadie quiere ser despedido, pero también hubiese odiado el arrepentimiento de perdérmelo. Lo haría todo de nuevo", asegura.