Simone Biles cambia las reglas de la gimnasia y los jueces la castigan por ello con puntuaciones más bajas

Simone Biles, tras conquistar su séptimo campeonato de Estados Unidos
Simone Biles, tras conquistar su séptimo campeonato de Estados Unidos
Team USA
Simone Biles, tras conquistar su séptimo campeonato de Estados Unidos

La última proeza de Simone Biles, acostumbrada a hacer historia en cada competición que disputa, ha roto los esquemas del deporte. Tanto, que incluso puede ser contraproducente para el propio deporte.

Para lograr su séptimo campeonato estadounidense de gimnasia, prólogo para lo que se viene en los Juegos Olímpicos de Tokio, Biles cruzó una frontera que ninguna mujer había logrado: un Yurchenko doble mortal carpado. Sólo unos pocos hombres en la historia habían logrado esta evolución del salto bautizado en honor a la soviética Natalia Yurchenko. La propia Federación Internacional de Gimnasia advertía días antes, cuando ya lo hizo en unos entrenamientos, que estaba a punto de lograr algo inédito... y muy peligroso.

"Es muy desafiante, es aterrador. Si te quedas corto al aterrizar puedes romperte los tobillos, es una maniobra muy peligrosa", dijo Laurent Landi, actual entrenador de Biles y de la excampeona Madison Kocian, entre otras.

Biles se atrevió. Los jueces le permitieron realizar ese salto (en la gimnasia hay que anunciarlo antes y se puntúa en función de cuánto se acerca a la perfección en diversos parámetros preestablecidos) y aunque lo completó a la perfección, sólo le puntuaron con un 6.6. Nadie en la historia de la gimnasia femenina había hecho antes un Yurchenko doble mortal carpado y, aún así, le dieron una puntuación muy similar a la de otros ejercicios en el potro.

¿Un salto demasiado peligroso o una gimnasta demasiado buena?

"Son puntuaciones demasiado bajas y lo saben, pero no quieren que la diferencia (con las demás gimnastas) sea demasiado amplia. Eso es cosa suya, no es mía", declaraba después en el 'New York Times'. Tom Foster, coordinador del equipo nacional estadounidense de gimnasia, es más duro: "No es consistente con lo que han hecho con otras puntuaciones en el potro y no sé por qué lo hacen".

El cambio de paradigma que está suponiendo la carrera de Simone Biles en la historia de la gimnasia está convirtiéndose en algo peligroso y la Federación Internacional de Gimnasia no está dispuesta a permitirlo.

En el Times especulan con dos opciones: si los jueces puntúan tan bajo un salto tan peligroso, hará que muchas gimnastas con menos talento o capacidades no intenten imitar. Además, también conseguirán que la competición no quede desequilibrada por la evidente ventaja de Biles. 

La hora de la verdad llegará en los Juegos Olímpicos, donde la estadounidense parte como la grandísima favorita para sumar más oros. Habrá que ver el comportamiento de los jueces de Tokio si Biles decide repetir este Yurchenko.

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