Alpine toma cartas en el asunto ante las dificultades que Fernando Alonso está teniendo en su vuelta a la Fórmula 1

Fernando Alonso, en el GP de España
Fernando Alonso, en el GP de España
XPB / James Moy Photography Ltd.
Fernando Alonso, en el GP de España
El talón de Aquiles de Fernando Alonso en su vuelta a la Fórmula 1.
Wochit

Fernando Alonso no acaba de sentirse cómodo con el Alpine A521 y eso se nota en su rendimiento. Las dificultades que se ha encontrado para gestionar el óptimo rendimiento de los neumáticos, que quedaron aún más al descubierto en el GP de España, tienen difícil solución mientras no pueda entrenar más, pero según avanzó en Montmeló, desde el equipo le han prometido que harán los cambios necesarios para minimizar esos escollos.

Técnicamente, el A521 es un monoplaza de zona media. Se ha visto en las cuatro carreras disputadas que, sin ser el camión que parecía en las primeras dos citas, tampoco es el avión que muchos aficionados desearían. A poco que puedan pulir esos desajustes con las Pirelli, los resultados pueden mejorar sustancialmente, si bien es en el lado de Alonso donde el desequilibrio se nota más. Mientras Esteban Ocon ha entendido bien la filosofía de conducción del A521, para el español está siendo más difícil. En parte eso se debe, según explicó el español, a la propia filosofía de conducción del monoplaza.

Para ayudarle, los técnicos de Alpine le han prometido que las próximas novedades que introduzcan en su coche irán para acomodar (no tanto para mejorar) la conducción del monoplaza. 

"Este coche tiene un enfoque diferente de la asistencia de la dirección asistida. Estoy acostumbrado a un tipo diferente de asistencia en la dirección y esto es algo que finalmente tendré en el coche en mi lado del garaje y creo que va a ser un paso más al frente en mi adaptación", explicó Alonso a 'Mundo Deportivo' en Montmeló.

Este tipo de dificultades puede ayudarle en el gran problema que está presentando en su regreso a la competición: los neumáticos. El rango de comportamiento de las Pirelli es muy estrecho y Alonso aún no lo tiene por la mano. 

La solución no es fácil, dado que sin entrenamientos más allá de los que haga en cada Gran Premio es complicado readaptarse. Con el foco puesto en 2022, Alonso quiere paliar esas dificultades en la medida que pueda sin que ello implique modificar totalmente un coche que realmente es transitorio antes del gran cambio normativo.

"Hay más sensaciones a las que tengo que acostumbrarme. Siento que el coche tiene diferentes características en la manera en la que se comporta. Por el cambio de regulaciones de 2022 no tiene sentido hacer un cambio en la filosofía del coche, soy yo el que tiene que pilotar diferente. Es lo que intentaré hacer durante el año. Daré pasos y espero que sea pronto", prometió.

Las nuevas piezas no estarán en Mónaco, ya que la propia idiosincrasia del circuito del Principado no lo convierten en el lugar idóneo. Apunta a ser más adelante, a partir del GP de Azerbaiyán, cuando el monoplaza de Alonso cuenten con esas pequeñas mejoras (o 'peoras', según como funcionen) que le ayuden.

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