Una de las primeras decisiones que ha tomado Joan Laporta y su nueva directiva en el Barcelona era someter al club a una auditoría. No se fiaban de las cuentas presentadas por Bartomeu y querían comprobar el estado real. El resultado ha sido peor del esperado.

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Según ha desvelado Esport3, el informe ha desvelado que esta temporada y la próxima seguirán arrojando pérdidas en sus cuentas. No sería hasta 2023, como poco, cuando empezarían de nuevo los beneficios. La auditoría se ha hecho contando no sólo con la realidad actual de las arcas blaugranas, sino con dos supuestos: que Messi renueve, uno de los grandes objetivos iniciales de Laporta, y que se realice un fichaje de renombre, bien este verano, bien el siguiente.

Con estas dos premisas presentes, el Barça va a arrojar unas pérdidas en torno a los 350 millones de euros esta campaña, algo menos la siguiente y no será hasta la 2022/23.

Pese a estas cifras, la directiva es optimista y confía estirar al límite la deuda que arrastra, mantener a Messi e incluso hacer algún fichaje. Eso no implica necesariamente no hacer caja con otros jugadores. 

Futbolistas como Antoine Griezmann o su compatriota Ousmane Dembélé, cuyas fichas son bastante altas, pueden colocarse en la parrilla de salida para ayudar a hacer caja y, de paso, ayudar a adelgazar la masa salarial que ya está de por sí sobrepasada.