El insólito método del portero juvenil del Racing de Santander para detener penaltis: ya lleva 3 de 4 parados

  • Álvaro Jiménez se ha convertido en el fenómeno de su liga. Su última 'víctima' ha sido Kimi, del Atlético Perines.
Álvaro Jiménez, portero del juvenil del Racing, a punto de parar un penalti
Álvaro Jiménez, portero del juvenil del Racing, a punto de parar un penalti
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Álvaro Jiménez, portero del juvenil del Racing, a punto de parar un penalti

Una de las suertes del fútbol donde más importa el factor psicológico es el lanzamiento de penaltis. Los porteros son conscientes de ello, y trabajan mucho las tácticas para detenerlos. Estudiar el movimiento del delantero, la posición del pie, recordar por dónde suele lanzarlos, despistar... Todo vale para evitar recibir un gol desde el punto de once metros.

Hay porteros que sencillamente hablan, señalan, saltan de lado a otro... y otros que prefieren usar métodos mucho más heterodoxos. El último ejemplo es Álvaro Jiménez, portero del equipo juvenil del Racing de Santander.

El cancerbero se ha convertido en el fenómeno del momento en División de Honor. Su idea para detener penaltis es totalmente contraintuitiva: en lugar de intentar ganar la máxima movilidad para lanzarse a un lado u otro, se arrodilla. Eso hace pensar al que lanza que no va a levantarse a tiempo, pero Jiménez ha aprendido a saltar como una liebre

Lo tiene muy estudiado: usa la carrera del lanzador para ponerse en tensión y adivinar su intención para, en el último instante, impulsarse hacia el lado del lanzamiento. 

Su última víctima ha sido Kimi, atacante del Atlético Perines (y ex del Racing), que el pasado fin de semana vio cómo el portero detenía su tercer penalti de los cuatro que les han pitado en las siete jornadas disputadas.

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