El tercer partido de la final de la NBA dejó el primer triunfo de la serie para Miami Heat sobre Los Angeles Lakers, pero también un feo detalle de LeBron James, que abandonó la pista con el encuentro aún en juego. La estrella de la franquicia angelina no pudo ocultar su desesperación y se marchó al vestuario.

Las reacciones de la NBA al positivo de Donald Trump: "Es hora de que tomes ese desinfectante"

El desplante de LeBron ocurrió a 10 segundos para el final, cuando el partido ya estaba decidido a favor del equipo de Florida, ante la sorpresa general de sus compañeros y los espectadores que siguieron el encuentro por televisión.

James, que firmó 25 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias, mostró así su impotencia por perder un partido que terminó muy molesto con la actuación de los árbitros y tras el que los Heat dan un golpe sobre la mesa.

El comportamiento le costó numerosas críticas a LeBron, ya que, pese a que los Heat tenían la victoria asegurada, su gesto se consideró una falta de respeto hacia sus compañeros y rivales.

La prensa le pidió explicaciones tras el partido, cuando se le preguntó si dejó la cancha "porque estabas enfadado o porque pensaste que el partido había terminado”, a lo que James respondió: "Por todo".