El pulso entre Josep María Bartomeu y Leo Messi, que ha derivado en la más que seria amenaza del argentino de irse del Barcelona, está cerca de acabar con la cesión del presidente. Según ha informado TV3, el máximo dirigente está planteándose seriamente dimitir.
La marcha de Bartomeu antes de las elecciones del club sería personal, es decir, se iría él solo y se quedaría su Junta hasta los comicios culé.
La relación entre Messi y el presidente es mala desde hace tiempo. Aunque siempre ha sido el jugador quien ha llevado las de ganar, en esta crisis desde un principio Bartomeu se había aferrado a su puesto sin tener inicialmente ninguna intención de irse.
Es más: incluso había abierto un debate serio con sus directivos para plantear una 'era postMessi' o bien forzar a que el futbolista cumpliese su contrato, sin tener en cuenta la cláusula sobre la que están discutiendo.
El cambio de entrenador no ha sido suficiente. Messi exigió desde un principio una limpieza en profundidad, pero no en el vestuario (donde ya ha perdido, como poco, a su amigo Luis Suárez) sino en la directiva. También cayó Eric Abidal, pero el argentino quiere más. La reacción de la afición está del lado del futbolista, toda vez que han visto cómo pueden perder a su ídolo y líder en el campo por un presidente al que culpan desde el primer día de todos los males que tiene el equipo.
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