El Real Madrid tiene ante sí la oportunidad de conquistar su trigésimo cuarto título de Liga este jueves. Un trofeo muy ansiado por el club, especialmente por el hombre que lo va a hacer posible, Zinedine Zidane.

Pese a la hazaña increíble de lograr la Champions League tres años seguidos, algo que parece imposible de repetir por ningún club, el entrenador francés siempre ha destacado la importancia de la competición doméstica, hasta el punto de que lo dejó claro a todos los estamos del club, incluidos jugadores, cuando la pasada temporada decidió volver a coger las riendas del Real Madrid tras el paso de Solari y Lopetegui.

El 'jefe' sabe que conquistar la Champions no es tarea fácil, pero en ese exitoso camino que tan bien conoce, influye un cierto ápice de suerte. Sin embargo, para levantar la liga hay que ser regular todo el año, algo a lo que Zidane le da un gran valor.

Ya sabe lo que es ganar la liga con el Real Madrid. La ganó en 2003 como jugador y en 2017 como entrenador, en el doblete histórico que acompañó con la segunda Champions consecutiva.

Siempre prudente

Este miércoles, en la rueda de prensa previa al partido en el que puede volver a hacer historia desde el banquillo madridista, Zidane quiso lanzar un mensaje de prudencia: todos están pensando únicamente en el partido.

"¿Vestuario campeón? Campeón, para nada. Lo bonito que tenemos es la energía que metemos en cada día. Es el día a día lo que nos motiva. El resto, no sabemos lo que va a pasar hasta que pasa", aseguró.

La trayectoria de quien diera tardes de gloria en el Bernabéu como jugador se ha convertido en otro sueño desde el banquillo. Zidane es ya uno de los mejores entrenadores de la historia del Real Madrid, el rey de la Champions, y está a punto de firmar otra página dorada.