Celta y Mallorca empataron en un partido que le permite a los baleares continuar fuera de los puestos de descenso que precisamente ocupan los vigueses, separados entre ambos por un punto.

El partido comenzó con imprecisiones por parte de los dos equipos, pero conforme pasaban los minutos el Celta de Vigo se adueñó del balón y eso hizo que los vigueses se adelantaran en el marcador por mediación de Rafinha, al cabecear a la red un centro desde el lateral zurdo de Lucas Olaza, pasado el cuarto de hora. El Mallorca se rehízo del golpe y empató la contienda desde el punto de penalti, en una acción en la que De Burgos Bengoetxea se vio obligado a revisar en el VAR. Salva Sevilla batió desde los once metros a Rubén Blanco, que a pesar de adivinar el lanzamiento no pudo evitarlo.

A los cinco minutos de la reanudación, los de Óscar García se adelantaron de nuevo en el marcador a través de un penalti que cometió el Cucho Hernández y que anotó Iago Aspas engañando a Manolo Reina. El Celta pudo aumentar la ventaja en el marcador a falta de un cuarto de hora para que acabase el encuentro en un contragolpe que terminó sacando Raíllo bajo palos. Cinco minutos después, el propio Raíllo vería su segunda amarilla y tuvo que abandonar el terreno de juego dejando a su equipo con un jugador menos. Sin embargo, a pesar de estar en inferioridad, el Mallorca no tiró el la toalla e igualó la contienda por medio de Ante Budimir, que aprovechó un balón muerto en el área para batir a Rubén Blanco.