Han tenido que pasar nueve fines de semana de Fórmula 1, pero Lewis Hamilton ha logrado por fin su quinta pole de la temporada 2019. El hexacampeón cerrará el año con las mismas que su compañero Valtteri Bottas y dos menos que el piloto que más ha logrado esta campaña, Charles Leclerc.

El campeón del Mercedes sólo tuvo de rival al finlandés en su lucha por la pole en la Q3. Bottas, que lleva un fin de semana para olvidar también en lo personal (acaba de divorciarse y arrastra un resfriado que le ha dejado tocado), saldrá último por el nuevo motor que ha montado en su Mercedes pese a lograr el segundo crono de la sesión. 

En Ferrari se encargaron de autodescartarse con su habitual capacidad de generar drama. Después de confirmar que perdían 6 décimas en el tercer sector con respecto al tiempo de Hamilton, apuraron demasiado su salida al segundo intento de la Q3. Tanto, que cuando Vettel frenó demasiado con respecto a lo esperado, dejó a Leclerc sin tiempo suficiente como para hacer una vuelta buena.

La enésima pifia de los responsables del muro de Ferrari la resumió en tres palabras muy elocuentes el jefe, Mattia Binotto: "La hemos cagado". "Éramos plenamente conscientes de los riesgos, sabíamos a lo que nos exponíamos, pero no funcionó", dijo, sin más, un Binotto muy señalado.

Las sospechas de que Vettel perjudicó intencionadamente a Leclerc, con quien se chocó en Brasil en plena recta, han suscitado mucha suspicacia entre los ferraristas.