El Brujas amarró un insuficiente empate ante el Galatasaray, que no le permitirá seguir en la Champions League. Tanto lucharon en Turquía que lo celebraron a lo grande. Incluso demasiado.
La alegría de Diatta por marcar el que fue el 1-1 le hizo no pensar en nada y sólo disfrutar. Por eso se fue corriendo a la banda donde estaban los aficionados del conjunto belga, se quitó la camiseta y lo festejó con todos. El problema es que tenía una tarjeta amarilla, por lo que el árbitro le llamó inmediatamente para sacarle otra y, por tanto, expulsarle.
Marca en el 90, se quita la camiseta y se lleva la roja por segunda cartulina amarilla.
— Fútbol en Movistar+ (@MovistarFutbol) November 26, 2019
Ha tenido un mal Diatta... #LacasadelFútbol pic.twitter.com/lSm6WFN2Xm
Las protestas no le sirvieron de nada al Brujas, pese a su enfado al ver que no acababa ahí el protagonismo del árbitro. El colegiado Ivan Kruzliak se dio cuenta de que Clinton Mata también se había venido muy arriba en la manera de celebrar el empate, ya que rompió el banderín de córner de una patada.
Dañar el mobiliario del campo también es amonestable, según la normativa, por lo que el árbitro le sacó amarilla... que también era la segunda. En apenas dos minutos, el Brujas empató el partido y perdió a dos futbolistas.
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