Niko Sherazadishvili: "Puede haber gente a la que le siente mal ver un apellido como el mío representando a España"

Niko Sherazadishvili, campeón del mundo de judo en la categoría -90 kg en los Mundiales de Baku (Azerbaiyán).
Niko Sherazadishvili se proclamó campeón del mundo de judo en -90 kg en 2018.
EFE
Niko Sherazadishvili, campeón del mundo de judo en la categoría -90 kg en los Mundiales de Baku (Azerbaiyán).

El español Nikoloz Sherazadishvili nació muy lejos del Madrid donde se entrena para volver a hacer historia. Nació en 1996 en Tiflis, Georgia, muy lejos de Madrid, donde ahora se entrena para volver a hacer historia. Este gigantón de casi dos metros quiere dar la campanada en los  Juegos Olímpicos de Tokio, como lo hizo en Baku 2018, donde fue campeón mundial en -90 kilos.

Nikoloz Serazadishvili, campeón del mundo de judo -90 kilos.

Nikoloz Sherazadishvili

  • Tiflis, Georgia, 19 de febrero de 1996
Campeón del mundo de judo -90 kg (2018)
​Bronce europeo de judo en -90kg (2018)

Número 1 del ránking mundial y olímpico, tiene en la mente el Másters de Qingdao (China), última prueba del año y que se verá en excluiva en Eurosport los días 15 y 16 de diciembre. Será su gran test antes de que arranque el 2020 en el que aspira a todo.

Tras dos años memorables, título de campeón del mundo incluido, ¿es obligatorio luchar por medalla en Tokio 2020?

Mi objetivo y sueño es el oro olímpico. No significa que no valore una plata o bronce, pero mi objetivo ahora mismo es solo pelear por la medalla de oro. De por sí, lograr una medalla es algo muy importante y valioso y hay que saber valorar cada resultado que pueda obtener, pero en mi cabeza solo concibo competir en busca del oro.

¿Cómo fueron sus inicios en el judo?

Todo viene por mi padre. Él me inspiró a probarlo y junto a él comencé a practicar en Georgia. Me apunté también en la escuela por lo que vivía y respiraba judo tanto en la escuela como en mi propia casa. Gracias a mi padre descubrí este deporte con el que empecé a disfrutar desde el primer momento y he seguido ese camino que inicié desde tan joven.

Nació en Georgia y siendo un preadolescente se fue a Madrid. ¿Le costó cambiar de país, de amigos...?

No ha sido difícil para mí el cambio ya que me adapto normalmente bastante bien, no suelo complicarme y opto por hacer las cosas sencillas en cada momento. Mi familia decidió que lo mejor para el futuro de todos era venir a España y lo acepté de buen grado, aunque claro que he dejado muchos amigos en Georgia aparte de familia que obviamente se quedó allí cuando nosotros nos marchamos. En España tuve la suerte de adaptarme bastante rápido desde que entré al colegio siendo muy jovencito, hice mi vida aquí sin ningún problema y comencé a ir a distintas competiciones, viajar, concentraciones y sobre todo aprender a hablar español.

"En España tuve la suerte de adaptarme bastante rápido"

¿Le miran distinto por defender los colores de España aunque no haya nacido aquí?

Yo personalmente no he tenido ninguna experiencia de ese tipo. Obviamente sé lo que se ha hablado o comentado por ejemplo después del Mundial y sé que es algo inevitable. No todo el mundo conoce mi historia y puede sentarles mal ver un apellido tan largo como el mío representando a España. Sin embargo, nunca he vivido nada yo directamente. El mundo del judo me conoce desde hace muchos años y siempre me ha tratado fenomenal. Yo estoy orgulloso de ser español y competir por España, y así también me hace sentir el resto del equipo y la gente que me rodea. Las críticas siempre van a estar ahí, hagas lo que hagas.

¿Se arrepiente de haber rechazado la oferta de competir por Turquía tras los Juegos Olímpicos de Rio?

En absoluto. La oferta era muy buena a nivel económica y deportiva, pero mi corazón pesaba mucho más y tenía claro que quería competir como español. Lo consulté con Quino de igual manera, pero Quino pensaba como yo por lo que la oferta aun siendo muy buena, tenía claro que España era mi elección. Nunca me he arrepentido de ello.

"La oferta era muy buena (...), pero tenía claro que España era mi elección"

Háblenos de Quino Ruiz, su entrenador.

Es como mi segundo padre. Aparte de entrenar junto a él sobre el tatami, sé que tengo en él la figura de mi segundo padre cuando acaba la competición. Forma parte de mi familia ya que desde que llegué a España se volcó conmigo y siempre lo he tenido a mi lado en todo momento.

El judo no es un deporte mediático, pero figuras como usted empiezan a ganar protagonismo en la prensa. ¿Qué más tienen que hacer para ganarle terreno al fútbol?

Depende mucho del público. Nosotros siempre intentamos hacerlo lo mejor posible y que eso enganche a la gente y quiera vernos. Intentamos también que los valores de un deporte del judo también se transmitan más allá de un simple combate con una medalla en juego. Todos los deportes son buenos, y que la gente quiera practicarlos o disfrutar de ellos en la televisión es positivo. Espero que el judo siga esta tendencia de aumentar el interés de la gente y que puedan conocerlo. Para eso, ayuda mucho que los que competimos logremos grandes hitos que hagan ruido y eso llegue a la gente.

Cuando se vio luchando en el combate por el oro mundial contra Iván Silva, ¿cómo se motivó?

Recuerdo que cuando gané en semifinales lo celebré de forma muy efusiva, pero enseguida mi cabeza cambió el chip y ya solo pensaba en la final. Mi motivación fue esa, no relajarme, y saber que muy pronto tocaba ya la final y no había tiempo para otra cosa que no fuera preparar la final. Nuevamente Quino tuvo mucha culpa en ese momento de que no se me fuera la cabeza y que me centrase para ese desafío. Recuerdo estar en el pasillo antes de salir a esa final junto a Quino, y la manera en la que me aconsejó y me ató en corto para no pensar nada más allá del propio combate en sí y sobre todo manejar esa presión. Gracias a él, solo me preocupé de aspectos técnicos, y no tanto en poder hacer historia o no.

¿Qué le recomendaría a los niños que empiezan en el judo?

Sobre todo, disfrutar. Recomiendo practicar judo y cualquier deporte pero siempre y cuando seas feliz con ello. Yo con el judo disfruto mucho, y es un deporte positivo para cualquier edad. Te enseña mucha coordinación, técnica, movimientos…que incluso pueden servirte de preparación para otros deportes. Además, inculca valores como el respeto o el honor, tan necesarios para la vida en sí.

¿Cuál es su mejor recuerdo compitiendo? ¿Y el peor?

En ambos casos hablaría de los Mundiales. El mejor, lógicamente, el Mundial de 2018 que sí pude ganar y el del 2019 el peor. El peor además porque estaba mejor preparado que en 2018 pero no pude ganarlo. Esa derrota es la que más me ha afectado, ya que llegaba como nº1 y favorito para volver a ganarlo. Mejor que pasase en ese momento y no en Tokio.

Una promesa: si consigue el oro en Tokio 2020, se atreverá a...

Me atreveré a raparme el pelo si me lo pedís (risas).

Mostrar comentarios

Códigos Descuento