La historia del arte de las fotos de deportes desde la primera conocida, un tenista de 1843

  • Relegada a una categoría inferior por las proezas humanas que muestra, la fotografía deportiva merece un interés artístico superior.
  • La exposición 'Los que retratan los deportes' agrupa 230 imágenes que otorgan la categoría de artistas a los reporteros o fotógrafos ocasionales del género.
  • Muchos autores de prestigio se han dejado seducir por las competiciones de alto nivel: Avedon, Haas, Lartigue, Munkacsi, Muybridge, Riefenstahl, Rodchenko...
El nadador español Avi Torres se lanza a la piscina en los Parlímpicos de Atenas de 2004 en una foto de Bob Martin
El nadador español Avi Torres se lanza a la piscina en los Parlímpicos de Atenas de 2004 en una foto de Bob Martin
Courtesy of Bob Martin/Sports Illustrated
El nadador español Avi Torres se lanza a la piscina en los Parlímpicos de Atenas de 2004 en una foto de Bob Martin

Al mirar una foto que muestra a dos contricantes de lucha olímpica anudados como si formasen un solo cuerpo, a un nadador cubierto por una capa de agua tan ligera que somete sus rasgos a un efecto óptico distorsionante o la alegría explosiva de un equipo de relevistas nigerianas tras ganar una prueba, dejamos de lado preguntarnos quién hizo la imagen, qué persona estaba allí para captar con nivel de arte un momento que no se puede repetir.

La exposición Who Shot Sports: A Photographic History, 1843 to the Present (Los que retratan los deportes: historia de la fotografía desde 1843 hasta el presente) intenta paliar el reparo que relega a las imágenes del género a una categoría artística inferior —o no artística y simplemente informativa— porque los temas que muestran, casi siempre al límite de las posibilidades humanas, tienen carácter de proeza.

Sacar de la penumbra a los fotógrafos

Como segundo objetivo, la muestra, que organiza y celebra el Museo de Brooklyn (Nueva York-EE UU) hasta el 8 de enero de 2017, quiere corporizar y sacar de la penumbra a los fotógrafos dedicados a los deportes y mostrar como muchos grandes maestros se han sentido tentados a probar en el complejo y difícil género en el que el don de la oportunidad y el momento preciso mandan mucho más que en otros.

En un momento bien pensado, con los deportes de primer nivel a punto de iniciar la cita olímpica de Río 2016, la exposición muestra 230 fotos de 216 autores que recorren el devenir y los cambios de una de las disciplinas más técnicas y complejas del arte de la imagen. Gran parte de las obras (220) son digitales, demostrando que la globalización de la foto tomada y procesada con tecnología computacional ha modificado radicalmente el panorama.

'Punto de vista sorprendente'

Los mejores fotógrafos deportivos, profesionales con habilidades perfeccionadas por años de práctica, "son capaces de capturar un instante y hacerlo memorable", consiguiendo además que el punto de vista sea "sorprendente o revelador", dicen desde el museo. Con mucha paciencia, infinito aguante para pasar mucho tiempo en una misma localización, fijada de antemano por la organización de las pruebas, y con capacidad y recursos personales para sobreponerse a las condiciones adversas, los fotógrafos deportivos contribuyen al "atractivo universal" del tema y, al mismo tiempo, a la "evolución de la tecnología de las cámaras".

La antología es, añaden, la "más completa dedicada al arte de la fotografía de deportes jamás producida", destacando los valores "estéticos, culturales e históricos" de las disciplinas y la competición, sea de alto nivel —el nadador paralímpico español Avi Torres lanzándose a la piscina mientras las prótesis para sus piernas amputadas descansan en una silla— o practicada por puro ocio, como la dinámica y bella imagen en blanco y negro del portugués Daniel Rodrigues de unos chicos a contraluz jugando al fútbol en un polvoriento descampado africano.

El recorrido se inicia con la que es considerada la primera foto deportiva de la historia: el retrato al calotipo de un tenista tomado en 1843 por los fotógrafos escoceses David Octavius Hill y Robert Adamson. Como la técnica exigía largas exposiciones y la inmovilidad del modelo, el aspecto del deportista carece de dinamismo, aunque los fotógrafos le aconsejaron que mantuviese una actitud de acecho, como si estuviera esperando a devolver una bola al rival.

La mayor parte, desconocidos para el público

Aunque muchos autores de prestigio se han dejado seducir por la fotografía deportiva —en la exposición hay fotos de, entre otros, Avedon, Haas, Lartigue, Munkacsi, Muybridge, Riefenstahl y Rodchenko—, la mayor parte de las firmas no son conocidas para el público, por ejemplo Bob Martin, de quien se expone una composición perfecta de Serena Williams suspendida en el aire, o el ruso Lev Borodulin, que firma un retrato de carácter de una niña arquera tomado en 1956.

La exposición, y ese es su gran acierto, no se centra en las estrellas deportivas, sino en las fotos y su excelencia. "El deporte es la belleza en movimiento", resume el curator de la muestra, Gail Buckland. "Los antiguos griegos homenajeaban a sus atletas encargando a los mejores artistas que reflejaran sus logros para la posteridad. Hoy en día son los fotógrafos de deportes quienes nos dejan una imagen indeleble", añade el coordinador, para quien los fotógrafos deportivos son los verdaderos "dueños de los momentos".

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