Un total de nueve activistas, muchos militantes y miembros del BNG, se sentarán el próximo 18 de julio en el banquillo de los acusados por participar el pasado mes de septiembre en un acto "pacífico" y "simbólico" en la Casa de Cornide de A Coruña.

Los nueve denunciados que participaron en la ocupación simbólica el pasado 26 de septiembre han convocado este viernes una rueda de prensa ante el inmueble situado en el casco antiguo de la ciudad herculina para mostrar su repulsa ante la denuncia, presentada por los herederos del dictador Francisco Franco, que tachan de "injusta". Se les acusa de un delito leve de coacciones.

Los denunciados, entre los que se encuentra el secretario de Organización del BNG, Bieito Lobeira, consideran que la acusación "carece de fundamento". Sostienen que la "ocupación simbólica" se realizó de manera "pacífica" y sin causar ningún tipo de daño al inmueble.

Además, ven "paradójico" que el juicio se celebre el 18 julio, aniversario del golpe de estado orquestado por Francisco Franco en 1936.

ACABAR CON "PRIVILEGIOS" DE LOS FRANCO

"A estas alturas, en 2018, tienen que terminar los privilegios de la Familia Franco", ha señalado, Carolina Fernández, una de las denunciadas, que reclama la devolución de este inmueble a manos públicas. Además, asegura que esta sería "una manera de hacer justicia con las víctimas de del franquismo".

Los denunciados han aprovechado para exigir al Gobierno central la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana, lo que aseguran sería un "buen punto de partida" para reactivar la devolución de la Casa de Cornide.

"Es una lucha justa y necesaria que sólo terminará cuando todo el patrimonio expoliado se devuelva a mano públicas", afirma Fernández, quien, junto con sus otros 8 compañeros, tendrá que acudir el próximo 18 de julio, a las 11,00 horas, al Juzgado de Instrucción Nº4 de A Coruña.

APOYO DEL BNG

En un comunicado, el BNG ha traslado su "total apoyo" a estas nueve personas denunciadas así como su "solidaridad y orgullo por su imprescindible activismo".

"Con el acto simbólico y pacífico en la Casa de Cornide no hicieron otra cosa que defender la dignidad del pueblo gallego, la dignidad de las víctimas de la dictadura que aún no recibieron Justicia, ni fueron compensadas, ni a su memoria restituída, y defender los valores más elementales de una democracia que se precie", señalan los nacionalistas.