La playa de la Concha, en San Sebastián, se ha convertido este domingo en un estudio de danza al aire libre para 1.500 bailarinas que, aferradas a su mítica barandilla, se han asomado a la bahía donostiarra para practicar sus compases.
La cita, que se lleva a cabo desde 1997, se ha visto favorecida por el tiempo primaveral que ha disfrutado la capital guipuzcoana y que ha hecho más vistosa aún esta actividad incluida en el programa del Mes de la Danza de San Sebastián.
Un total de 1.474 estudiantes de danza, las más pequeñas de tan solo 9 nueve años, y 31 profesores de baile de 24 escuelas de Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra, vestidos todos con vistosas mallas y tutús, han aportado arte y colorido junto a la barandilla de la Concha, para deleite de los viandantes que han encontrado en este ballet callejero un aliciente más para su paseo matinal.
Con este acto, promovido por la Asociación de Profesionales de Danza de Gipuzkoa y Donostia Kultura, sus organizadores pretenden tributar un "sentido homenaje al baile", así como "llamar la atención sobre la existencia y vitalidad de esta disciplina artística".
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